Para que Walter Mixa "aclare" las acusaciones sobre presuntos malos tratos a menores

Conferencia Episcopal alemana recomienda a un obispo una «pausa de reflexión»

"Un tiempo de reflexión y de distancia geográfica podrían crear un ambiente más racional y ayudarle a aclarar la situación"

Según varios testimonios de antiguos internos recogidos en las últimas semanas por la prensa alemana, Mixa abofeteó y maltrató sistemáticamente a alumnos

El presidente de la Conferencia Episcopal Alemania, Robert Zollitsch, ha recomendado al obispo de Augsburgo, Walter Mixa, que se dé una «pausa de reflexión» para «aclarar» las acusaciones sobre presuntos malos tratos a menores durante su época como párroco.

Zollitsch informó hoy de que en los últimos días tanto él como el arzobispo de Múnich, Reinhard Marx, han hablado «varias veces» con Mixa sobre los reproches que han formulado contra él antiguos internos de un hogar infantil.

«Hemos analizado con él cómo podría contribuir, en una situación difícil como la actual, a que vuelva la tranquilidad a la diócesis y si un tiempo de reflexión y de distancia geográfica podrían crear un ambiente más racional y ayudarle a aclarar la situación«, explicó Zollitsch.

Zollitsch dio aún más énfasis a su recomendación indirecta a Mixa de cesar temporalmente, al recalcar que «una distancia geográfica le podría dar la oportunidad de recobrar nuevas fuerzas tras las acaloradas últimas semanas».

La semana pasada, Mixa reconoció por primera vez haber pegado «alguna que otra bofetada» durante su época como profesor o párroco.

Con ello revocó parcialmente sus aseveraciones anteriores, según las cuales «nunca» recurrió a la violencia.

«Si ahora el asunto que se discute es si alguna vez llegamos a dar bofetadas, tengo que admitir honestamente que durante mis muchos años como profesor y párroco no puedo descartar que hace veinte o treinta años, y habiendo tenido contacto con tantos jóvenes, repartiera alguna que otra torta», señaló Mixa.

Según el obispo, eso era «una cosa totalmente normal entonces, y todos los profesores y alumnos de esa época lo saben».

Mixa se mantuvo, no obstante, firme en su declaración de que nunca hizo uso de la «violencia» contra menores, algo que antiguos alumnos del hogar infantil de Sankt Josef en la localidad bávara de Schrobenhausen han asegurado.

Según varios testimonios de antiguos internos recogidos en las últimas semanas por la prensa alemana, Mixa abofeteó y maltrató sistemáticamente a alumnos.

Además, hay investigaciones que apuntan a que hubo irregularidades en la financiación de la fundación encargada de ese hogar infantil, cuyo patronazgo estaba dirigido por Mixa, quien a su vez era el párroco municipal.

Muchos de los objetos comprados por la parroquia, entre ellos un grabado adquirido por 43.000 marcos (21.500 euros), fueron pagados indebidamente a través de la fundación en cuestión, según comentó recientemente el encargado del hogar de Sankt Josef de investigar las acusaciones, Sebastian Knott.

Según Knott, a ello se añade que los precios de las antigüedades adquiridas fueron en general demasiado altos, y los gastos en vino, también.

Posteriormente, Mixa reembolsó una «elevada cuantía» por las obras de arte, matizó el encargado especial de la investigación.
Knott explicó que en sus intentos de preguntarle personalmente por todos estos incidentes, Mixa le remitió a sus abogados. (RD/Efe)

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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