Ahora que los expedientes de las víctimas de abusos (cerca de 500) están en manos de la Justicia y de la policía, no nos sentimos tan protegidos
Un día después de que el presidente de la comisión investigadora de los casos de abusos a menores por parte de miembros de la Iglesia Católica belga, el psiquiatra infantil Peter Adriaenssens, presentara su dimisión, hoy numerosas víctimas decidieron revelar su identidad y reclamar protección judicial.
El primero en salir a la luz fue Jan Hertogen, quien hasta ayer mantenía su identidad en secreto, según informó hoy la radiotelevisión pública flamenca VRT. Hertogen denunció que cuando cursaba estudios en un colegio religioso de Flandes, la comunidad del norte de Bélgica, sufrió abusos sexuales por parte de miembros de esa institución, que nonombró.
Hertogen, hoy de 63 años, explicó por qué decidió dar su nombre en público: «Estamos muy apenados por la dimisión de la comisión Adriaenssens. Nos sentíamos protegidos y confortados con la manera en la que ellos estaban desarrollando su labor, pero todo eso se acabó, estamos desprotegidos», afirmó.
Precisamente, gracias a los testimonios (hasta ayer secretos) de Jan Hertogen, la comisión independiente pudo llegar a determinar la responsabilidad del ex obispo de Brujas, Roger Vangheluwe, quien dimitió de su cargo en abril pasado tras admitir que participó en casos de este tipo.
«Ahora que los expedientes de las víctimas de abusos (cerca de 500) están en manos de la Justicia y de la policía, no nos sentimos tan protegidos. Por eso, ya no nos importa que se vean nuestras caras y que se sepa de nuestros casos. No nos avergonzamos», explicó Hertogen, quien se erigió en portavoz de las víctimas de presuntos abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia Católica belga.
Ayer, Adrianenssens presentó su dimisión (y la de la comisión por completo) al sentirse desautorizado por las autoridades belgas.
«Estoy muy decepcionado con lo que está pasando. No existe la suficiente claridad en los métodos» investigadores, aseguró. La semana pasada, la policía belga profanó varias tumbas en la catedral de Malinas, en busca de posibles pruebas de delitos. «¡Ésa no es forma de actuar, es lamentable lo que han hecho (la policía)!», agregó.
En ese sentido, Hertogen, sociólogo de profesión, hizo hoy un llamado a la unidad de las víctimas.
«¡En estos momentos, pido al resto de personas que, al igual que yo, están apenadas con lo que está pasando, que salgan a la luz, sin temor, a que se den a conocer! ¡Pedimos a la justicia que no nos abandone!», sostuvo.
Hertogen explicó a la VRT que fue víctima de abusos sexuales cuando sólo tenía diez años, en el espacio del colegio religioso en el cual cursaba sus estudios.
«Ahora que la comisión Adriaenssens ya no se va a ocupar de nosotros (a partir de este jueves queda oficialmente disuelta), creo que ha llegado el momento de que se le ponga una cara y un rostro a tantas personas que han sufrido lo que hemos sufrido nosotros. La justicia debe saber quiénes somos. ¡Deben protegernos!«, explicó.
Hertogen aseguró que cuenta con el respaldo del abogado flamenco Walter Van Steenbrugge, experto en este tipo de casos.
«Todo aquel que haya sido víctima de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia Católica (belga) debe personarse ante la justicia y denunciar. Confiamos en que se respeten las normas mínimas de confidencialidad que se mantenían en la anterior comisión», aseguró Steenbrugge.
El llamado urgente de Jan Hertogen se produce ante el temor de las víctimas a quedar en una situación de virtual indefensión. Ayer, el ministro belga de Justicia, Stefaan De Clerck, no supo contestar a la pregunta de quién se ocupará de las víctimas, ahora que la comisión Adriaenssens dimitió.
Bélgica, que el 1 de julio próximo asume la presidencia semestral rotatoria de la Unión Europea (UE) de manos españolas, sólo cuenta con un gobierno interino. La prensa belga apunta a que el nuevo gobierno de coalición sólo podría estar listo para octubre próximo.
El Papa Benedicto XVI calificó este domingo de «deplorable» el operativo policial realizado la semana pasada en la catedral de Malinas, al norte de Bruselas, en el marco de las investigaciones por casos de pederastia. Los agentes profanaron varias tumbas de obispos e introdujeron minicámaras de televisión en busca de posibles documentos comprometedores.
(Rd/Agencias)