Renovamos nuestra determinación de trabajar por la paz y la reconciliación, donde quiera que amenace un conflicto
(Jesús Bastante/Agencias).- John Henry Newman, el anglicano que quiso encontrar una vía de unión con los católicos y acabó llegando a ser cardenal de la Iglesia de Roma, ha sido beatificado esta mañana por Benedicto XVI, quien le ha calificado como uno de los «padres espirituales» del Concilio Vaticano II, amén de uno de sus maestros.
Antre 65.00 personas que se congregaron en la campiña de las afueras de Birmingham -donde está enterrado Newman- el Papa propuso al nuevo beato como modelo de persona que supo defender el «lugar vital» de la religión dentro de la sociedad. Un desafío a un debate sin resolver: el del diálogo Iglesia-sociedad, tan viejo como la dicotomía de Dios y César que ya estableciera Jesucristo.
Durante la ceremonia de beatificación, que contó con la presencia del diácono Jack Sullivan, cuya curación -atribuida a la intercesión de Newman- ha facilitado el proceso de beatificación del cardenal inglés, el Papa destacó el esfuerzo personal del nuevo beato en seguir su propia conciencia en búsqueda de la verdad. También repasó algunos aspectos de su vida, desde la frase «el corazón habla al corazón«, que ha sido el lema del viaje del Papa, a su inquietud por crear instituciones educativas para promocionar el laicado, en una época Victortiana en el que los católicos apenas tenían acceso a la enseñanza de nivel. «Quiero laicos -escribió Newman, en un texto citado por el Papa- que no sean arrogantes ni que disputen, sino que conozcan su religión, que sepan lo que defienden, lo que mantienen y lo que no, que conozcan su credo tan bien que puedan dar una explicación de él».
Ayer, Benedicto XVI se encontró con varias pancartas que recriminaban su supuesto pasado nazi, e incluso su actitud comprensiva hacia estos crímenes. Esta mañana, durante su homilía, el Papa tiró de biografía, y fue directo. «Para mí que he vivido y sufrido los días oscuros del régimen nazi en Alemania, es profundamente conmovedor estar aquí con vosotros en esta ocasión y recordar cuántos de vuestros compatriotas sacrificaron sus vidas valientemente resistiendo las fuerzas de esa ideología del mal».
El Pontífice calificó el nazismo de «ideología demoníaca«, resaltando especialmente los bombardeos de Conventry, en noviembre de 1940. «Setenta años después recordamos con vergüenza y horror el espantoso precio de muerte y destrucción que la guerra trae consigo, y renovamos nuestra determinación de trabajar por la paz y la reconciliación, donde quiera que amenace un conflicto», aseguró el Papa.
Tras la ceremonia, el Santo Padre visitó en Birmingham algunos lugares relacionados con la vida de Newman, ciudad en la que éste, después de convertirse en 1845 y recibir las órdenes sacerdotales católicas, creó una congregación del Oratorio de San Felipe Neri.