De ellos 7 españoles, 28 mexicanos y 2 venezolanos

Ordenados 61 nuevos sacerdotes de los Legionarios de Cristo en Roma

"Recemos por estos sacerdotes para que sean transparentes"

"Sois un pueblo numeroso, 61, y despierta no poca maravilla si miramos en torno y vemos las dificultades en el encontrar vocaciones sacerdotales"

Un total de 61 Legionarios de Cristo, de ellos siete españoles, 28 mexicanos y dos venezolanos, fueron ordenados hoy sacerdotes en la basílica romana de San Pablo Extramuros por el cardenal Velasio De Paolis, delegado pontificio para esta congregación. A la ceremonia asistieron unas tres mil personas, entre familiares de los nuevos sacerdotes y miembros de la Legión de Cristo.

Los siete nuevos sacerdotes españoles proceden de Madrid, Cuenca, Valladolid, Cáceres y Castellón. La mayoría de ellos recibieron el pasado mes de junio el orden diaconal en Salamanca, en una ceremonia presidida por el arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez.

Los 61 nuevos sacerdotes provienen de once países: México (28), España (7), Venezuela (2), Brasil (4), Italia (6), Alemania (1), Canadá (3), Corea del Sur (1), Estados Unidos (7), Nueva Zelanda (1) y Vietnam (1) y sus edades oscilan entre los 30 y 40 años.

Las ordenaciones las celebra la Legión de Cristo en la vigilia de la Navidad como «expresión del agradecimiento a Dios por el regalo de estos nuevos sacerdotes para la Iglesia, que reciben el orden sacerdotal tras una media de 12 años de formación», según informó la congregación.

Los nuevos curas asistirán el 29 de diciembre próximo a la audiencia pública de Benedicto XVI en el Vaticano «para manifestarle su adhesión filial y pedirle su bendición apostólica».
La congregación Legionarios de Cristo fue fundada en México en 1941, por el sacerdote Marcial Maciel (1920-2008), condenado por Benedicto XVI por los abusos sexuales cometidos durante décadas contra seminaristas.

Está formada por algo más de 800 sacerdotes, que ejercen su labor en 22 países. También cuenta con 70.000 miembros de la Asociación Regnum Christi (los legionarios laicos).

El pasado mes de julio, el Papa nombró a De Paolis, de 74 años, jefe de las finanzas vaticanas, comisario para la Legión, con el objetivo de sanearla y revisar las bases y su sistema de autoridad.

También deberá sanear su patrimonio económico, que se estima muy importante (algunos medios de prensa lo fijan en 25.000 millones de dólares) y dirigir al equipo que preparará los nuevos estatutos.

El nombramiento fue anunciado dos meses después de que el Papa se reuniera en el Vaticano con los cinco obispos que inspeccionaron la Legión durante ocho meses -entre ellos el español Blázquez- y el duro comunicado que hizo público el 1 de mayo sobre la vida de Maciel (1920-2008).

En esa nota confirmó con total claridad los «gravísimos y objetivamente inmorales» comportamientos de Maciel, así como la vida que llevó «sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso».

Hace varios días se ordenó retirar de todos los centros de los Legionarios las fotos de Maciel, al que sólo se le podrá llamar «fundador» o simplemente «P. Maciel».

Junto a Corcuera, en primera fila, estuvo también el vicario general Luis Garza Medina. Ellos tomaron parte en los momentos claves del rito, durante el cual impusieron las manos y las vestimentas sacerdotales a los nuevos ordenados.

Durante el sermón de la misa, que duró unos 25 minutos, De Paolis no hizo referencia alguna al proceso de reforma que afronta la Legión, prefirió más bien reflexionar sobre la labor de los ministros de culto en la Iglesia católica y en el mundo actual.

«Sois un pueblo numeroso, 61, y despierta no poca maravilla si miramos en torno y vemos las dificultades en el encontrar vocaciones sacerdotales así como religiosas, signo que Dios está presente en su comunidad», afirmó el cardenal.

Pidió reflexionar sobre el sacerdocio para redescubrir su importancia aunque en la historia, dijo, ha sido tan común que muchas veces ha sido malinterpretado.

«Recemos por estos sacerdotes sean transparentes, actúen en nombre de Jesús y no sean representantes de sí mismos», exhortó.

Tras el discurso del delegado pontificio tuvo lugar el rito de ordenación que inició la pregunta formulada por De Paolis a uno de los superiores legionarios que presentó a los aspirantes al presbiterado: «¿estás seguro que son dignos?«, cuestionó.

Y la respuesta fue: «de las informaciones recogidas por el pueblo cristiano y el juicio de aquellos que han cuidado la formación, puedo asegurar que son dignos».

Después se sucedieron las promesas de los elegidos, las letanías de todos los santos, la imposición de las manos, la oración de consagración, la imposición de los ornamentos sacerdotales, la unción de las manos, la entrega del pan y el vino, y el abrazo de la paz.

De los ordenados, cuya edad oscila entre 30 y 40 años, la mayoría son mexicanos (28) mientras el resto proceden de Estados Unidos, España, Italia, Brasil, Canadá, Venezuela, Alemania, Corea del Sur, Nueva Zelanda y Vietnam.

Tras la ordenación los nuevos sacerdotes pasarán con sus familias las fiestas navideñas en Roma y el 29 de diciembre participarán en una audiencia pública con el Papa Benedicto XVI en El Vaticano.

 

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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