Una red paralela al gobierno formal de la congregación, una salida típica del perverso Maciel (y sus delirios de control absoluto)
(Andrés Beltramo).- Era una red de informantes, un «Gran Hermano» construido ingeniosamente por Marcial Maciel Degollado para mantener el control sobre todas las áreas de la congregación que él fundó y, a un cierto punto, creció excesivamente: los Legionarios de Cristo. Un grupo de personajes fieles al director general y que a sólo él daban cuentas, eran los ojos del fundador siempre alertas, en todo momento dispuestos a informar. Hasta hoy se llamaban «nuncios ordinarios» y, gracias a Dios, ya no existirán.
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