El texto de los mitos sobre María Magdalena

Lunes Santo, el Evangelio más sensual

¿quién es la mujer que unge los pies del Mesías?

El pasaje ha servido para justificar a lo largo de la historia que la Iglesia posea, a veces en exceso, todo tipo de bienes para el culto

(Javier Morán, en La Nueva España).- Una mujer derrama un carísimo perfume de nardos en los pies de Jesús y los seca con sus cabellos. La Iglesia no prescribe una liturgia específica para el Lunes Santo, pero señala como lectura del día el texto que ha sido calificado como el más sensual de los Evangelios y el que ha dado origen indirectamente a todos los mitos sobre María Magdalena, que han llegado hasta el presente merced a la novela «El código Da Vinci».En la iglesia ortodoxa y en las iglesias católicas orientales, probablemente más severas, el Evangelio del día es aquel en el que Jesús maldice y deja seca una higuera.

«La casa se impregnó con la fragancia del perfume», narra Juan en el episodio de la Unción de Betania, acaecida «seis días antes de la Pascua», según indica el evangelista, es decir, posiblemente una jornada antes de la entrada de Jesús en Jerusalén.

Pero ¿quién es la mujer que unge los pies del Mesías? La escena es recogida por los cuatro evangelistas, lo cual sería prueba de su veracidad histórica, pero divergen en cuanto al momento, al lugar y, sobre todo, a la ungidora. Según Juan es María, la hermana de Marta y de Lázaro, al que Jesús había resucitado. Según Marcos y Mateo, se trata de una mujer desconocida, y Lucas dice de ella que es una «pecadora».

Esta diversidad de referencias y el hecho de que la pecadora más célebre que acompañó a Jesús fue María la de Magdala -de la que él expulsó «siete demonios», según Lucas, y «siete demonios de lujuria», según una antigua tradición-, creó cruces de ideas y confusiones ya desde los comienzos del cristianismo.

Además, la Magdalena será una de las pocas personas presentes durante la crucifixión, y una de las mujeres que descubre el sepulcro vacío, y aquella a la que se le aparece Jesús en un pasaje «teológica y antropológicamente muy denso» (Benedicto XVI, en «Jesús de Nazaret»).

¿Estaba María Magdalena enamorada de Jesús? Ésa es otra historia. Fuera quien fuera la ungidora, lo que agrega Juan es que Judas Iscariote, ecónomo del grupo de Jesús, protesta el derroche del perfume. «¿Por qué no fue vendido el perfume por 300 denarios y dado a los pobres?». «Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros, pero a mí no siempre me tendréis». Además de su efecto sobre los mitos de la Magdalena, el pasaje ha servido para justificar a lo largo de la historia que la Iglesia posea, a veces en exceso, todo tipo de bienes para el culto.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído