"Estoy terminando el tratamiento y espero volver pronto a Trípoli, con mi gente"
(Fides).- «La sensación, que ya he expresado, con un poco más de relajación y de paz, se ve reforzada, a la luz del hecho de lo que me han informado, los enlaces por carretera entre Trípoli y Túnez se han facilitado» dice a la Agencia Fides su excelencia monseñor Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli, que está en Italia por tratamiento medico, pero está constantemente en contacto con Libia. «Un sacerdote, mi colaborador, junto con dos hermanas, me dijo ayer desde Túnez que debe volver hoy a Trípoli, porque el camino se considera más seguro» dijo monseñor Martinelli.
«Creo que la fiesta del final del Ramadán, empuje un poco a todos los libios a vivir en paz y en reconciliación. Espero que este sentimiento no sea superficial, porque, por lo que leo y escucho, en algunas partes de Libia se sigue luchando, y la caza está abierta a Gadafi«, dice el Vicario Apostólico de Trípoli.
«Pero, repito, que parece que hay entre los libios un deseo de reconciliación. Hace unos días recibí una llamada de dos amigos de Libia diciéndome que están felices«, dijo monseñor Martinelli.
Las dificultades no faltan en Trípoli, como la falta de agua corriente del grifo. «El agua de la red urbana ha sido envenenada. No sé quién cometió este acto, tal vez una reacción contra los rebeldes, como diciendo «estos vienen y encuentran el agua envenenada».
El problema más o menos se había superado, porque los habitantes de Trípoli no utilizan los grifos, sino que la extraen de otras fuentes, o han encontrado una manera de filtrar el agua», dice monseñor Martinelli. «Estoy terminando el tratamiento y espero volver pronto a Trípoli, con mi gente», finaliza diciendo el Vicario Apostólico.
