"Estoy consternado, entristecido, preocupado por todo lo que está sucediendo. Es un shock ver estas escenas de guerrilla"
La Iglesia católica deploró hoy la irrupción de un grupo de «indignados» a un templo de la capital italiana, donde fueron destruidos una imagen de la Virgen y un crucifijo, lo que calificó como «blasfemia y profanación»
El vicario del Papa para la diócesis de Roma, Agostino Vallini, lamentó el ingreso a la parroquia de los Santos Marcelino y Pedro por parte de algunos asistentes a la manifestación, que sitió prácticamente el centro de la ciudad este sábado y terminó con enfrentamientos.
Tras calificar el hecho como «blasfemia y profanación», Vallini dijo que «estos actos de violencia hieren la fe de los creyentes de Roma, ofenden el sentimiento religioso de todos los romanos».
«Estoy consternado, entristecido, preocupado por todo lo que está sucediendo. Es un shock ver estas escenas de guerrilla», aseveró.
«Los violentos han instrumentalizado la manifestación«, declaró por su parte el portavoz de la diócesis de Roma, Walter Insero.
La manifestación de los «indignados» en Roma, que originalmente se planteó como una marcha pacífica, degeneró luego que un grupo de encapuchados arremetió contra la policía y negocios cercanos al Coliseo, dañando negocios y quemando vehículos.
En Italia, se señala como causantes de la profanación y de otros violentos disturbios a un grupo de anarquistas. Al menos quinientos anarquistas del denominado black bloc, muy bien organizados, encapuchados, con cascos y máscaras antigás, se infiltraron en la marcha, atacaron a las fuerzas del orden, quemaron vehículos, incendiaron parte de un edificio del ministerio de Defensa y provocaron destrozos en tiendas y bancos.
(RD/Agencias)