Un continente que llora por el hambre, por la desigualdad y por las marcas de sus territorios, fijadas con escuadra y cartabón por las potencias coloniales
(Jesús Bastante, enviado eespecial).- Cuando leas este post, amigo lector, estaré volando hacia Cotonou, capital de Benin, adonde también llegará este viernes Benedicto XVI. Acompaño al padre Ángel en un recorrido que ya tuve la suerte de conocer, hace ahora seis años, en un auténtico viaje iniciático. El Benin que conocerá el Papa es la cuna del vudú en África, mantiene el recuerdo vivo de los millones de esclavos enviados desde el continente hacia América, perpetra tradiciones absolutamente inimaginables para cualquier persona de bien como la de atar a los árboles a discapacitados y enfermos mentales, y continúa trabajando el mercado de niños esclavos, con la infancia rota a base de picar piedra en las canteras hasta reventar.
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