Un acontecimiento que estos medios de comunicación han considerado carente de interés tal vez porque no se habló de preservativos y abusos, que parecen haberse convertido en ingredientes indispensables para que se informe sobre la Iglesia católica
(Giovanni Maria Vian en L’Osservatore).- ¿Por qué un país africano no podría indicar el camino al resto del mundo? Benedicto XVI dejó Benín con una pregunta que no sólo interpela al continente donde ha estado por segunda vez en menos de tres años.
Precisando inmediatamente que se trata de un camino para vivir una auténtica fraternidad, fundada sobre la familia y el trabajo. Por lo tanto, también el último de los discursos pronunciados en Benín sirvió al Papa para repetir su fuerte estímulo a África y amonestar a quienes siguen explotándola con formas mal disimuladas de neocolonialismo o acaban por ignorarla, como ha sucedido con los medios de comunicación que han minimizado o descuidado el viaje papal, a pesar de las indicaciones contrarias de sus propios enviados, testigos de su importancia y novedad.
Un acontecimiento que estos medios de comunicación han considerado carente de interés tal vez porque no se habló de preservativos y abusos, que parecen haberse convertido en ingredientes indispensables para que se informe sobre la Iglesia católica.
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