Durante los 40 años de su existencia, el régimen alemán oriental tuvo a su servicio más de 12 mil informadores en la Bundesrepublik
Joseph Ratzinger fue espiado por un sacerdote de la Stasi, cuando enseñaba en la universidad de Muenster entre 1963 y 1966. Lo revela en su nuevo número «Der Spiegel«, indicando que entre los que pasaban información al legendario Markus Wolf, el difunto «Mischa» que dirigía el espionaje alemán-oriental, había un sacerdote de la ciudad westfálica: Joseph Frindt, que murió a la edad de 81 años.
Durante su carrera de espía, con el nombre clave de «Erich Neu«, el religioso envió 95 informes a Berlín del este, algunos de ellos tenían que ver con el entonces teólogo de las grandes promesas que se llamaba Joseph Ratzinger.
Entre los motivos que habrían inducido a Frindt a espiar para la Stasi, ha surgido el deseo de poder obtener algún favor para su hermana, que vivía en la Ddr, aunque tampoco se excluye que el sacerdote haya sido chantajeado por su dependencia del alcohol.
La publicación de Hamburgo indica que la Stasi había infiltrado a sus hombres en casi todos los aparatos de las instituciones de la Bundesrepublik, con 139 espías activos en la vieja capital del Bonn y 542 en la parte occidental de Berlín. Uno de los blancos más importantes era el partido socialdemocrático, en donde había 78 espías activos, con 13 informadores al interior de la dirección de la Spd.
Los sindicatos, las organizaciones de la Iglesia católica y protestante y las universidades no escapaban de la mirada de los hombres de «Mischa». En diciembre de 1988 eran 1929 los ciudadanos alemanes que apoyaban los servicios de espionaje de la Ddr; durante los 40 años de su existencia, el régimen alemán oriental tuvo a su servicio más de 12 mil informadores en la Bundesrepublik. (RD/Agencias)