El ejército sudanés afirma haber matado a 1.200 militares del Sur
(FIDES)- Los enfrentamientos entre el norte y el sur de Sudán están teniendo graves consecuencias para la comunidad cristiana que vive en Khartoum y en otras zonas de Sudán. «Los cristianos tienen miedo porque hace dos días, durante las manifestaciones para protestar contra la ocupación de Heglig por parte de las tropas de Sudán del Sur, se levantó la voz de algunos extremistas que incitaban a atacar los lugares de culto cristianos en la capital de Sudán» informan a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia de Khartoum.
«Un grupo de gamberros trató de atacar una iglesia anglicana, pero, afortunadamente, no se han producido otros episodios de violencia«.
Según cuanto ha publicado en su sitio web «Sudan Tribune», un grupo de extremistas liderados por Mohamed Abdel-Kareem, intentaron marchar hacia la Iglesia Anglicana de Sawafi, pero fueron bloqueados por las fuerzas de seguridad antes de que pudieran llegar al lugar de culto. «La situación ahora es un poco más tranquila, pero aún así continúa presente el problema de miles de ciudadanos, originarios del sur de Sudán, que tratan de regularizar su situación con el fin de poder permanecer en Khartoum», señalan fuentes de Fides.
Mientras tanto en Heglig, zona rica de petroleo disputada entre Sudán y Sudán del Sur, fue tomada de nuevo el 20 de abril por soldados de Khartoum, después de fuertes enfrentamientos con los soldados sudaneses del sur que la habían ocupado el 10 de abril. En un comunicado, el ejército sudanés afirma haber matado a 1.200 militares del Sur, una cifra que actualmente no es posible verificar. Algunas fuentes de prensa indican que las instalaciones petroleras se han visto seriamente dañadas.
A pesar de la reconquista de Heglig, no se han detenido los bombardeos que realiza la aviación sudanesa en las zonas fronterizas de Sudán del Sur, en particular, en Bentiu, la capital del estado de Unidad.
«La situación en Juba no es tranquila. La población está muy preocupada por lo que está sucediendo en la frontera entre el sur de Sudán y Sudán» dice a Fides Su Exc. Mons. Paulino Lukudu Loro, Arzobispo de Juba, capital de Sudán del Sur. Sudán y Sudán del Sur siguen lanzándose acusaciones sobre la cuestión de Heglig, la zona petrolífera en disputa entre los dos estados, recientemente recuperada por las tropas de Khartoum después de luchas encarnizadas.
«El gobierno de Sudán del Sur ha movilizado más tropas para enviarlas a la frontera. Hay movimientos de soldados alrededor de Juba» afirma Mons. Lukudu Loro. «A la vista de estos ataques – añade el Arzobispo – nuestro gobierno está preocupado por la seguridad de los ciudadanos de Sudán del Sur, mientras que los mismos sudaneses del sur están preocupados por los discursos, que consideran irresponsables, del presidente Bashir de Sudán».
El Presidente Omar al Bashir, visitando Heglig, ha afirmado: «Ninguna negociación con esta gente (los dirigentes del Sur) Negociamos con ellos únicamente con fusiles y balas«.
Según Mons. Lukudu Loro «el pueblo de Sudán del Sur no quiere la guerra. Éste es un conflicto económico por el control del petróleo. El Sudán del Sur está dispuesto a llegar a un acuerdo con Sudán sobre el petróleo.
Pero lo que ha decepcionado a los sudaneses del sur es la actitud de la ONU, de la Unión Africana y de otros países occidentales sobre la cuestión de Heglig. En mi opinión, estas organizaciones han hecho declaraciones prematuras, sin conocer la realidad sobre el terreno. En particular, debemos entender dónde se encuentra ubicada exactamente Heglig: ¿está situado en Sudán del Sur o Sudán? Los representantes de estas instituciones internacionales deben ir allí para aclarar este punto, para delimitar con precisión el límite entre los dos países», dice el Arzobispo.
Acerca de la situación de las personas que huyen de los combates, el Arzobispo afirma: «La situación humanitaria está empeorando debido a que la temporada de lluvias ya ha comenzado, por lo que es muy difícil llevar a cabo operaciones de rescate de las poblaciones que huyen de las zonas de combate». «En la ciudad de Juba hay graves problemas para el suministro de electricidad y otros servicios esenciales. Pero la gente se está movilizando como puede para tratar de ayudar a sus hermanos y hermanas en necesidad», concluye el Arzobispo de Juba.