El grupo condena la acción de "Voluntad Popular"

Destruyen varias cruces en Rusia como protesta por la condena a las Pussy Riot

Las tres músicas fueron condenadas a dos años de cárcel

Exigimos la libertad inmediata de las Pussy Riot. Los ataques continuarán hasta de que cumplan nuestras exigencias

Un grupo desconocido que se hace llamar «Voluntad Popular» reivindicó hoy la reciente destrucción de varias cruces en dos regiones de Rusia, acción que calificó de respuesta a la condena de las integrantes del grupo punk Pussy Riot, quienes se han manifestado en contra de esta acción vandálica, y a los llamamientos a crear patrullas ortodoxas.

En un comunicado difundido en Facebook, el grupo indicó que la destrucción de cruces llevada a cabo el sábado pasado en las regiones de Cheliabinsk y Arjánguelsk «forma parte de una operación contra la Iglesia Ortodoxa Rusa». «El ataque apunta únicamente contra la Iglesia Ortodoxa, que es el departamento ideológico de la banda delictiva Rusia Unida (el partido oficialista ruso), y no contra la fe ortodoxa como religión», añade la nota.

El grupo se define como un «movimiento de demócratas cibernéticos revolucionarios que aboga por la implantación de un régimen de democracia directa con el empleo de las redes sociales». «Exigimos la libertad inmediata de las Pussy Riot. Los ataques continuarán hasta de que cumplan nuestras exigencias», añade el comunicado de «Voluntad Polular».

Tres integrantes de ese grupo musical punk, Nadezhda Tolokónnikova, Yekaterina Samutsévich y María Aliójina, fueron condenadas el pasado día 17 a dos años de prisión tras ser declaradas culpable de «gamberrismo motivado por odio religioso». Las mujeres, junto con otras dos compañeras que han logrado huir de Rusia, escenificaron en febrero pasado dentro de la catedral moscovita de Cristo Salvador una plegaria bailada contra el actual presidente ruso, Vladímir Putin, que entonces era candidato presidencial.

El pasado día 17, activistas del movimiento feminista ucraniano FEMEN serraron con una motosierra una cruz de madera recordatoria de de las víctimas de las represiones estalinistas, instalada en el centro de Kiev. Las feministas ucranianas declararon que la destrucción de la cruz era una muestra de respaldo a las Pussy Riot. «No podemos solidarizarnos con ese tipo de acciones», dijo Aliojina, una de las tres integrantes del grupo condenadas a prisión. El caso de las Pussy Riot ha reactivado a los grupos ortodoxos ultras.

(Rd/Ee)

 

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Autor

Jesús Bastante

Escritor, periodista y maratoniano. Es subdirector de Religión Digital.

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