Pido perdón por trasladar a los sacerdotes en cuestión a otras parroquias, poniendo, en consecuencia, a otros en peligro
Un obispo irlandés ha pedido perdón por trasladar de parroquia a dos sacerdotes pederastas, al confesar que, entonces, pensaba que la pedofilia era «una amistad extralimitada«.
John Kirby, obispo de Clonfert, confesó este hecho en un informe elaborado por la Iglesia católica irlandesa para revisar las medidas adoptadas para proteger al menor.
En el documento, el obispo admitió que no comprendía la naturaleza «siniestra y reincidente» del abusador, así como el duradero impacto que este «comportamiento destructivo» tiene sobre la víctima.
«Sobretodo, además de que no informé a las autoridades civiles cuando se produjeron las denuncias, lamento profundamente y pido perdón por trasladar a los sacerdotes en cuestión a otras parroquias, poniendo, en consecuencia, a otros en peligro», afirmó Kirby.
«He aprendido desde entonces que, tristemente, era una experiencia muy diferente», explicó el obispo, quien añadió que no ha considerado la posibilidad de presentar su dimisión por sus acciones.
El documento de NBSCCC, presentado hoy en Dublín, consta de otros seis informes sobre las diócesis irlandesas de Clonfert, Cork y Ross, Kildare y Leighlin, y Limerick, así como de las órdenes religiosas de los Dominicos, los Espiritanos y los Misioneros del Sagrado Corazón.
Uno de los informes plantea interrogantes sobre la diócesis de Cork y Ross, en el sur del país, donde se ha acogido a sacerdotes jubilados del Reino Unido, alguno de ellos con antecedentes penales por abusos sexuales a menores.
No obstante, el director ejecutivo de NBSCCC, Ian Elliot, advirtió de que existe el riesgo de perjudicar a los sacerdotes a los que se obliga a abandonar sus puestos temporalmente, mientras se investigan denuncias de abusos.
Desde 1975, según el informe, se han presentado 378 denuncias de abusos contra 146 miembros de la Iglesia católica irlandesa, doce de los cuales fueron hallados culpables ante la Justicia de este país.
Elliot afirmó que el mayor número de denuncias (267) se dieron en las órdenes religiosas, donde 89 clérigos fueron señalados, aunque solo seis han sido condenados por los tribunales.
«La mayor incidencia de abusos entre las órdenes religiosas merece más atención, sobretodo porque la revisión también halló ejemplos de carencias significativas, como el ocultamiento (de abusos) o el retraso a la hora de informar (a las autoridades) cuando hay denuncias», dijo Elliot.
«Aun así -agregó-, existe un compromiso total para cambiar«.
(Rd/Agencias)