Se impondría una pena de prisión de hasta tres años contra estas ofensas
Los legisladores rusos quieren aprobar penas de cárcel de hasta tres años para cualquier culpable de ofender los sentimientos religiosos, en un movimiento que podría estrechar aun más los lazos entre el Presidente Vladimir Putin y la Iglesia Ortodoxa.
La Duma adoptó una declaración este martes afirmando que el asesinato de lideres espirituales, el vandalismo contra la Iglesia y, también «las gamberradas blasfemas» suponían una amenaza para Rusia y debían ser castigados.
Este voto se produce semanas después de que tres miembros del grupo punk Pussy Riot fueran sentenciadas a dos años de cárcel por irrumpir en un templo ortodoxo para cantar contra Putin. Este anuncio coincide, también, con las protestas que se han repetido en varios países musulmanes contra el vídeo que se burlaba del profeta Mahoma.
«Todas estas acciones tienen como objetivo desestabilizar los principios morales que fundan Rusia, desacreditar sus tradiciones y, en esencia, mina la soberanía nacional», afirma la resolución de la Duma.
La declaración no tiene fuerza vinculante pero establece un precedente y una base para una futura ley de blasfemia que Yaroslav Nilov, presidente del Comité de Civismo y grupos religiosos dentro de la Duma, dijo que presentaría al Parlamento para su aprobación esta misma semana.
Nilov dijo que se introduciría una enmienda en el texto para contemplar la responsabilidad criminal por ofensas contra creencias y sentimientos religiosos. Así, se impondría una pena de prisión de hasta tres años contra estas ofensas.
Críticos y disidentes afirman que esta ley sirve para aumentar la relación entre el poder político y la Iglesia ortodoxa y teme que este sea un movimiento contra la disidencia de Putin, que empezó su mandato presidencial en mayo de este año.
El presidente, en comentarios recientes sobre las Pussy Riot, y sobre las protestas contra el vídeo ‘La inocencia de los musulmanes’ ha dicho que la fe debe ser protegida por el Estado.
(Rd/Ep)