No debemos causar daño a los santuarios de otras religiones. Las acciones de este grupo van contra los principios de la religión judía y perjudican a Israel
Desconocidos profanaron hoy un conocido convento franciscano en Jerusalén en cuyas puertas hicieron insultantes pintadas contra la figura de Jesús, apenas un mes después de la profanación de otro monasterio en Tierra Santa, informó la Policía israelí.
Las dos pintadas aparecieron esta mañana en la puerta exterior del Convento de San Francisco, junto a la Abadía de la Dormición, en el monte Sión de Jerusalén.
Las puertas del monasterio, situado extramuros, fueron pintarrajeadas con graves insultos contra Jesús junto a la inscripción «Lista de precios».
Esa inscripción suele identificar a grupos radicales de colonos judíos, que en los últimos meses han atacado sobre todo a palestinos y centros de culto islámicos en represalia por acciones del Ejército o el Gobierno israelí contra ellos.
«Aún es pronto para saber quienes son los autores pero la investigación va en la misma línea de la que abrimos hace meses tras casos similares», confirmó a Efe Miki Rosenfeld, portavoz de la Policía israelí.
El último ataque ocurrió hace menos de un mes, cuando las puertas del Monasterio de Latrún, a unos 20 kilómetros de Jerusalén, fueron incendiadas por desconocidos supuestamente identificados con el mismo grupo de colonos, que también hicieron insultantes pintadas contra Jesús.
El presidente israelí, Shimón Peres, condenó este nuevo acto de vandalismo y afirmó que «va contra los principios del judaísmo«.
«No debemos causar daño a los santuarios de otras religiones. Las acciones de este grupo van contra los principios de la religión judía y perjudican a Israel», dijo Peres durante una visita a la cabaña de uno de los rabinos jefes de Israel, con motivo de la fiesta de los Tabernáculos.
Para el negociador palestino Saeb Erekat, «después de 45 años de ocupación israelí, la cultura del odio y el racismo se ha convertido en la corriente central entre los israelíes».
«Sus libros de estudio y las declaraciones de sus políticos defienden que Jerusalén es exclusivamente judía y rechazan totalmente la identidad palestina cristiana y musulmana de la ciudad», agregó.
A pesar de los numerosos ataques atribuidos en los últimos años al autodenominado grupo «Lista de precios» los organismos israelíes de seguridad no han detenido a casi ninguno de sus activistas.
Una de las razones, según un reciente reportaje local, es que actúan casi como un servicio secreto, con peldaños de información que bloquean el avance de las investigaciones.
(Rd/Agencias)