Todos somos hijos de Dios, y este tipo de episodios no deberían ocurrir porque toda persona es digna de respeto
(Agencia Fides) – Mientras otro episodio de violación en grupo sacude a la nación – víctima una mujer de 29 años de edad en el Punjab, violada por seis hombres en Amristar – los Obispos de la India reafirman «la sacralidad de la vida y la necesidad de un esfuerzo en el campo de la educación, para combatir esta práctica que degrada la dignidad de la mujer».
En una entrevista con la Agencia Fides, el p. Dominic D’Abreo, portavoz de la Conferencia Episcopal de la India, nos declara el punto de vista oficial de la Iglesia de la India: «Después de otro caso de violación en Punjab, estamos muy entristecidos. Todos somos hijos de Dios, y este tipo de episodios no deberían ocurrir porque toda persona es digna de respeto».
«Todo el país, las instituciones, las comunidades religiosas, los cuerpos intermedios – nota – están trabajando y deben continuar sus esfuerzos para garantizar los derechos y la dignidad de toda persona. El fenómeno de las violaciones se debe monitorear, y el país se están dando cuenta y está realizando esfuerzos en este sentido».
La Iglesia en este campo está dando su aportación: «siempre hemos defendido y defenderemos la dignidad de la mujer, el respeto y el carácter sagrado de la vida humana. El reto de hoy es el de la educación, que se debe impartir a los niños y jóvenes, centrándose en el respeto a la vida de todo ser humano. En este ámbito, la fe cristiana sitúa el respeto a la vida en el vértice de los valores humanos. Siempre estaremos del lado de los que están privados de su dignidad, de los marginados o maltratados en la sociedad».
«La Iglesia en India – explica a Fides el portavoz de los Obispos – habla a favor de los oprimidos y anima a todos a redoblar los esfuerzos para combatir el fenómeno de la violación y construir una sociedad mejor. En este sentido, la ‘jornada de la justicia por la igualdad de género’, que se llevará a cabo el 27 de enero en Mumbai, será una señal para todo el país. Será un momento muy importante para ofrecer una luz a la nación y animar a todos a seguirla».
En el debate sobre una nueva ley que castigue la violación, concluye el padre D’Abreo, «no pedimos la pena de muerte, porque creemos que la vida es siempre sagrada. En su lugar, pedimos que cualquier persona que cometa un delito tan atroz como la violación sea castigado severamente, para mostrar así a toda la sociedad, la gravedad del delito, y que se pongan en marcha una serie de políticas serias de prevención».