Williamson había calificado a Fellay y Niklaus Pfluger, otro alto cargo de la hermandad, de "fanáticos"
Un tribunal de Ratisbona inició hoy un nuevo proceso por negar el Holocausto judío por los nazis contra el exobispo británico Richard Williamson, expulsado en otoño pasado de la ultraconservadora Hermandad de Pío X por enfrentarse a la dirección de la orden.
El religioso de 72 años, que no acudió al proceso, es acusado de incitación al odio racial por unas declaraciones a una cadena de televisión sueca en las que puso en duda la existencia de cámaras de gas y el exterminio de 6 millones de judíos por el régimen nacionalsocialista.
Como la entrevista fue realizada en 2008 en el seminario sacerdotal de Ratisbona de la Hermandad de Pío X, fundada por el fallecido y ultraconservador obispo Marcel Lefebvre, el proceso se celebra en esa localidad alemana.
Otro tribunal de la misma ciudad había condenado ya a Williamson en 2010 por los mismos cargos a una multa de 6.500 euros, aunque una instancia superior invalidó esa sentencia por errores procesales y ordenó repetir el juicio.
La defensa del polémico religioso exigió hoy la suspensión del proceso con el argumento de que ni en Gran Bretaña, de donde procede el acusado, ni en Suecia, donde se emitieron sus declaraciones, está tipificado como delito la negación del Holocausto.
La fiscalía, por su parte, afirmó que Williamson hizo las polémicas declaraciones consciente de que podían ser difundidas también en otros países como Alemania, desde donde podía verse la entrevista de la cadena sueca a través de internet.
La Hermandad de Pío X anunció el pasado 24 de octubre en Stuttgart la expulsión de Williamson de la orden tras distanciarse en los últimos años de la dirección de la comunidad religiosa ultraconservadora.
Un portavoz comunicó que el religioso británico se había negado a ofrecer el debido respeto y sumisión a la dirección de la Hermandad de Pío X, cuyo retorno al seno de la Iglesia católica se encuentra en suspenso.
Anteriormente, Williamson había sido apartado del llamado capítulo general de la hermandad que preside el obispo lefebvriano Bernard Fellay, que solo le permitía predicar y le había prohibido toda comparecencia pública.
Williamson había calificado a Fellay y Niklaus Pfluger, otro alto cargo de la hermandad, de «fanáticos» y al segundo de los dos incluso de «espíritu maligno» a través de una página de internet.
(RD/Agencias)