En 2005, el obispo Taban creó "un pequeño oasis de paz" en Kuron
El premio Sergio Vieira de Mello será concedido este año al obispo emérito Paride Taban, de la diócesis de Torit en Sudán del Sur, en «reconocimiento a los esfuerzos» realizados para la reconciliación de las tribus en conflicto de su país, que viven en el pueblo «Holy Trinity Peace Village» en Kuron, anunció la Fundación de Mello en Ginebra.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, entregará el premio el día 1 de marzo con motivo de la Conferencia anual de la Fundación Sergio Vieira de Mello, en Ginebra.
Vieira de Mello (1948 – 2003) fue un alto funcionario internacional de nacionalidad brasileña. Fue Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos antes de ser nombrado en 2003 representante del secretario general de la ONU Kofi Annan en Irak. En agosto de ese mismo año murió en un atentado en Bagdad.
«Dediqué muchos años a la búsqueda de la paz», declaró el obispo Taban sobre su país desgarrado por décadas de violencia étnica y religiosa.
«Soñé con una comunidad donde la gente de diferentes etnias, de diferentes religiones vivirían juntos en armonía y amistad. Querría hacer de Sudán una nación donde la gente viviera como hermanos y hermanas», añadió.
En 2005, el obispo Taban creó «un pequeño oasis de paz» en Kuron, en el Estado de Ecuatoria Oriental, en Sudán del Sur, donde gente procedente de diferentes tribus, antaño en conflicto, viven ahora en paz.
El premio Sergio Vieira de Mello se entrega cada año para reconocer los esfuerzos excepcionales llevados a cabo por un individuo, una comunidad o una institución para reconciliar comunidades o bandos en conflicto.
Los miembros del jurados del premio Sergio Vieira de Mello para la Paz son el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, el Alto Comisionado para los Derechos Humanos, el director general de la Oficina de Naciones Unidas en Ginebra y los embajadores de Brasil y de Francia en Ginebra. (RD/Agencias)