O'Brien pidió perdón al admitir que su "conducta sexual" estuvo "a veces" por debajo de los estándares.
Un exseminarista de la Iglesia Católica Escocesa demandará al cardenal Keith O’Brien por supuestos abusos en la pasada década de los 80, lo que se suma a las recientes acusaciones de cuatro religiosos, publica hoy el diario escocés «The Herald».
El pasado 25 de febrero, O’Brien renunció al arzobispado de St. Andrews y Edimburgo, dejando al cónclave papal sin representación británica, después de que tres sacerdotes y un exsacerdote se quejaran al Vaticano de su «comportamiento inapropiado» hace más de tres décadas.
Hasta entonces, el clérigo, de 74 años, era la máxima autoridad de la Iglesia Católica de Escocia desde 1985. El pasado día 3, O’Brien pidió perdón al admitir que su «conducta sexual» estuvo «a veces» por debajo de los estándares que se esperaban de él «como sacerdote, arzobispo y cardenal».
La última acusación contra O’Brien parte de un hombre que hoy ronda los 50 años, casado y con hijos, supuestamente víctima de abusos sexuales por parte del cardenal cuando era estudiante en un seminario y tenía 19 años.
Este hombre, que quiere mantener su identidad anónima, contó que dejó el sacerdocio meses después de que O’Brien le «manoseara y besara» una noche tras invitarle a beber en su habitación.
Indicó que ha iniciado un proceso legal contra el cardenal y la Iglesia Católica con la esperanza de que sus acciones animen a otras posibles víctimas de abusos, que hasta ahora han permanecido calladas, a denunciar sus casos.
El hombre señaló al «Herald» que siempre había pensado que lo que le ocurrió fue un hecho aislado causado por un momento de «debilidad», pero que, tras leer las otras denuncias, piensa que obedeció a una pauta de comportamiento por parte de O’Brien.
La renuncia de O’Brien fue anunciada al día siguiente de que el dominical «The Observer» publicase que tres sacerdotes y un exsacerdote denunciasen que fueron víctimas supuestamente de la conducta indebida del cardenal cuando se encontraban bajo su tutela en los años 80.