A muchos de estos rebeldes extranjeros, Centroáfrica les importa un pepino, gobernarla menos y saquearla es el horizonte más próximo
(Juan José Aguirre, obispo desde Bangui).- Hace 3 dias que se produjo el golpe de estado en Centroáfrica. Mientras estábamos en la Misa de Ramos, a las 7’55h empezó un bombardeo de arma pesada y metralleta que duró 3 horas. Vivimos junto al palacio presidencial por lo que estábamos en medio del mogollón. Lo tomaron fácilmente. Los guardias del palacio y las tropas Sudafricanas fueron eliminados o huyeron por todas partes.
Uno vino más tarde sin uniforme ni botas huyendo de la quema y pasó delante de nuestra casa buscando donde salvar la vida que otros muchos habían perdido en pocos momentos.Otro grupo de rebeldes Seleka, la inmensa mayoría rebeldes chadianos de variadas siglas y «Zanzawis» del Sudán, entraron el la catedral de Bangui (la capital de Centroáfrica) con toda su traca militar encima.
Estaban al final de la misa. Los rebeldes empezaron a disparar al techo (si alguien hiciera eso en una mezquita cualquiera del mundo, millones de musulmanes quemarían Iglesias cristianas o incluso podría ser que los que el otro dia saludaban ceremoniosamente al Papa Francisco, lo insultarían sin pudor). La gente se echó por tierra, sobre las palmas, y obligaron a sacar todas las llaves de los coches y las motos aparcados fuera… Tiraron ráfagas hasta que no faltó una llave y los niños estallaban a llorar despavoridos…
Luego pasaron las tarde desperdigándose por toda la ciudad saqueando a saciedad. Dirán que es su derecho despues de 4 meses en la selva. Robaron los coches de Cáritas, la conferencia episcopal, los religiosos de padre Pío y cientos de particulares… Ya hay más de 200 coches desaparecidos.
En la radio dicen que van a devolverlos… un dia. A esto hay que añadir los coches robados por la Guardia presidencial en su alocada huída para salvar los huesos. Los Toyota familiares, los «decapitan» para hacer coches deportivos donde colorar una metralleta. Luego los pintan de colorines para que pasen mas inadvertidos despues de quitar las matrículas. Asi llevan 3 dias.
Despues, los coches vacíos los llenan en comercios libaneses, franceses, ONGs, centros de telefonía… todo va cayendo como botín de guerra. Despues de los Seleka llegan las bandas del barrio, indispuestas desde el caldo de cultivo de la pobreza en que los sumió el antiguo presidente, y saquean todo lo que huele a europeo.
Los Seleka hablan en árabe entre ellos. Se ha autoproclamado presidente Michel Djologotia, pero no todos los componentes de la Seleka lo quieren porque son de otra rama rebelde. A muchos de estos rebeldes extranjeros, Centroáfrica les importa un pepino, gobernarla menos y saquearla es el horizonte más próximo.
Esta mañana caminé unos 500 metros desde el mercado central hasta la zona de los comercios. Estos han sido saquedos, el ministerio de Minas quemado, el mercado carbonizado… cada 100 metros habían una patrulla de rebeldes dando aires de normalidad. Mientras otros de sus compañeros siguen despojando a la gente sin reparo mientras el nuevo gobierno intenta elegir nuevos ministros aunque se gobernará «por decreto» durante muchos meses.
Ayer fueron hacia la región de Berberati y hoy a la de Mbaiki. En Bangassou, 15 dias despues de su llegada siguen las violaciones, los atropellos, los saqueos indiscriminados y la violencia. Son éstos los que nos van a gobernar ahora? Han despojado el país y la Iglesia católica, los organismos humanitarios y todo el resto, quien querrá venir aqui?
Donde estan los niños de esta país, sin escuelas, los funcionarios que viven en la selva desde hace una semana, los pobres, los enfermos en los hospitales sin luz eléctrica desde hace ya 3 días, sin radio, sin luz, sin pan, sin futuro…
Ayer noche un coche con 7 rebeldes tuvo un accidente en plena ciudad a causa del ecceso de velocidad, dió 3 vueltas de campana y murieron todos destrozados. Dicen que la gente que fué testigo de ellos hasta aplaudió. Macabro destino del que no cree en el valor sagrado de cada vida humana.
No puedo decir que este pueblo y yo mismo estemos sin esperanza. La semana santa nos está hablando justamente del despojo de Jesús y del dia feliz de la resurección que vino un poco despues. Cuando se acaba la esperanza no nos queda que la esperanza de volver a tener la esperanza.