Durante la noche se vivieron nuevos actos violentos esporádicos entre vecinos del barrio, que arrojaban piedras, botellas y cócteles molotov
El presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha condenado el ataque sufrido este domingo por los cristianos coptos que asistían a un funeral en la Catedral Copta de San Marcos, en El Cairo, supuestamente perpetrado por grupos islamistas y en el que han muerto tres personas. «Cualquier ataque contra la catedral es como un ataque contra mí«, ha afirmado Mursi durante conversación telefónica con el Papa copto, Tawadros II, según recoge la agencia de noticias estatal egipcia, MENA.
Los enfrentamientos en la catedral se produjeron tras el funeral por cuatro coptos que murieron en disturbios ocurridos el viernes en la localidad de Al Jusus, al norte de El Cairo, entre musulmanes y cristianos. El Ministerio de Sanidad ha confirmado 29 heridos, pero se teme que la cifra podría aumentar tras horas de disturbios. El fallecido no está confirmado oficialmente, pero la información procede de la agencia estatal de noticias, MENA.
Cientos de personas han participado en los funerales, pero grupos de lo que se cree que podrían ser islamistas han increpado y luego lanzado piedras contra los cristianos. Los coptos respondieron también lanzando piedras y pronto se produjeron los primeros disparos. La Policía ha intervenido y ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a los dos grupos. Uno de los botes de gas habría caído dentro de la propia catedral.
Antes de que sucedieran los enfrentamientos, los cristianos coptos habían convocado una marcha ante la iglesia tras las oraciones, en torno al mediodía, para recordar a los fallecidos en los enfrentamientos de Al Jusus, donde varios niños cristianos fueron sorprendidos pintando en el muro de una escuela coránica y el enfrentamiento derivó en un tiroteo entre integrantes de ambas comunidades.
Desde la caída del régimen del presidente Hosni Mubarak, en 2011, se han incrementado los incidentes de violencia sectaria entre la mayoría musulmana y la minoría cristiana copta, que supone aproximadamente el 10 por ciento de los 80 millones de habitantes del país. La elección del islamista Mursi como presidente no ha mejorado la situación pese a su compromiso declarado de proteger a las minorías.
CALMA TRAS LOS DISTURBIOS
La calma regresó este lunes a los alrededores de la catedral de San Marcos de El Cairo, después de los disturbios que, según un responsable de los servicios de seguridad, dejaron un saldo de dos muertos y 89 heridos.
La policía antdisturbios se desplegó masivamente en torno a la catedral San Marcos, donde los coptos seguían reunidos.
Durante la noche, se vivieron nuevos actos violentos esporádicos entre vecinos del barrio, que arrojaban piedras, botellas y cócteles molotov contra unos jóvenes que se los devolvían desde los tejados de edificios situados dentro del recinto de la catedral.
El domingo, la policía antidisturbios, desplegada delante del pórtico principal de la catedral copta, tiró granadas lacrimógenas contra el lugar de culto, indicaron unos periodistas de la AFP.
Dos personas murieron -un copto de 30 años y un hombre cuya identidad no ha sido aún identificada- y otras 89 resultaron heridas tras los enfrentamientos, anunció un funcionario del ministerio de Salud, Jaled Al-Khatib. El ministro del Interior egipcio visitó la zona el domingo por la noche. (RD/Agencias)