En primer lugar me besó la mano mientras con la otra mano, le acarició la cabeza y heridas. Luego me atrajo hacia él en un fuerte abrazo y beso mi cara
Vinicio Riva es un italiano de 53 años de edad, cuyos tumores de cuerpo completo recibieron el beso cariñoso del Papa.Todo el cuerpo de Vinicio Riva ha sido devastado por los crecimientos tumorales, un síntoma de la neurofibromatosis que padece de nacimiento y que no es contagiosa. A principios de este mes su foto dio la vuelta al mundo, cuando fue abrazado emotivamente por el Papa Francisco, en una de las audiencias semanales del pontífice en Roma.
El hombre con discapacidad grave, que es rechazado por la calle, y ha provocado el horror incluso en sus médicos, describió por primera vez el encuentro, diciendo que ser acariciado por Francisco era como «estar en el paraíso».
En una entrevista exclusiva a la revista de noticias italiana Panorama el hombre comentó que se quedó sin habla cuando el Papa no dudó en tocarlo.
Riva expresó: «Sus manos eran tan suaves. Y su sonrisa era tan clara y abierta. Pero lo que más me sorprendió es que no ha estado pensando acerca de abrazarme o no. No soy contagioso, pero él no lo sabía. Igual lo hizo: él me acarició por toda la cara, y mientras lo hacía yo sentía sólo amor«.
Recordó la reunión de hace dos semanas: «En primer lugar me besó la mano mientras con la otra mano, le acarició la cabeza y heridas. Luego me atrajo hacia él en un fuerte abrazo y beso mi cara».
«Mi cabeza estaba contra su pecho sus brazos estaban envueltos alrededor de mí. Duró poco más de un minuto, pero a mí me pareció una eternidad».
Riva estuvo acompañado por su tía, Caterina y su hermana más joven Morena, que también sufre de una forma menor de la enfermedad.
El encuentro con Francisco marcó un nuevo comienzo para él. «Más tarde me dirigí a mi tía y le dije: «Aquí dejo mi dolor«.
Vinicio Riva necesitó atención médica desde los dos años para su enfermedad, y ha tenido que pasar por numerosas operaciones en su corazón, la garganta y los ojos.
Pero fueron los tumores, que aparecieron por primera vez a la edad de 15 años, lo que destruyó su apariencia.
Ahora toda la cara y la cabeza están cubiertos, informó Panorama. Sólo la mejilla izquierda está libre de tumores dolorosos. Sus pies se deforman y están devastados por las llagas, lo que le dificulta caminar.
Vive con su hermana en una casa a las afueras de Vicenza y trabaja a tiempo parcial como personal de mantenimiento en una casa de retiro.
Su madre padecía su misma enfermedad y finalmente murió de la misma. El propio Riva tenía como expectativa de vida la edad de 30. Ahora con 53 años sabe qué es tener fuerzas para vivir.
El hombre gravemente enfermo ha sido mal tratado en la calle como «hombre elefante». Riva recuerda cómo las madres cruzan la calle para evitarlo, pero los de su comunidad ya han llegado a amarlo. «Los que conozco desde hace mucho tiempo son amables, los otros son horribles», comentó Riva refiriéndose a sus allegados.
(Rd/Agencias)