Proponer que los menores puedan decidir sobre su propia eutanasia es una forma de falsear su facultad de juicio y por tanto su libertad
Bélgica autorizará la eutanasia para menores de edad con ciertas condiciones, por ejemplo que el niño cuente con el consentimiento de sus padres y el aval de un psicólogo, después de que las comisiones de Asuntos Sociales y de Justica del Senado belga aprobaran este miércoles un proyecto de ley en este sentido.
El proyecto, que requiere aún el visto bueno del pleno para ser ley, ha sido adoptado por una amplísima mayoría de 13 votos a favor y 4 en contra en la sesión conjunta de las comisiones.
Si prospera esta ley, los menores de edad podrán acogerse a la eutanasia si sufren «dolores físicos insoportables e inaplacables«, están en fase terminal de su enfermedad y cuentan con el permiso de sus padres y de un equipo médico.
La iniciativa de extender a los menores el derecho que asiste a los adultos belgas desde 2002 ha contado con el apoyo de los socialistas y liberales valones y flamencos, de los verdes y del partido secesionista flamenco N-VA. En contra se han mantenido los democristianos valones y flamencos y el partido de extrema derecha Vlaams Belang, según han desglosado los medios belgas.
Los niños o adolescentes podrían solicitar la eutanasia únicamente durante la fase final de su enfermedad, cuando los médicos prevean la muerte «en un corto plazo», según consta en el borrador del texto legislativo.
Además de la opinión favorable de los médicos, será necesario el «acuerdo explícito» de los padres, uno de los puntos que ha generado más debate político.
El texto ha provocado una gran división en la cámara alta belga, al tratarse de un asunto de orden ético en el que la mayoría de los senadores han votado en función de su libertad de conciencia y no a partir de las consignas de voto de sus partidos o de las habituales alianzas.
De entre los partidos que componen la coalición de Gobierno, los cristianodemócratas francófonos CDH y sus homólogos flamencos CD&V se han opuesto firmemente a la nueva ley, mientras que una mayoría de los liberales, socialistas, nacionalistas flamencos y verdes votaron a favor.
La nueva normativa aún tiene por delante un largo recorrido legislativo, y si se tiene en cuenta la previsible cautela de los partidos ante un tema tan delicado, es poco probable que salga adelante antes del fin de la actual legislatura -en mayo del año próximo-, según los medios belgas.
La medida ha suscitado el rechazo unánime de las comunidades religiosas mayoritarias en Bélgica, cuyos líderes firmaron una declaración conjunta a principios de noviembre.
«Proponer que los menores puedan decidir sobre su propia eutanasia es una forma de falsear su facultad de juicio y por tanto su libertad», señala el documento firmado por los máximos responsables belgas del credo musulmán y judío y de las iglesias Católica Protestante, Evangélica, Anglicana y Ortodoxa.
En cambio, asociaciones de profesionales médicos y organizaciones cívicas laicas y ateas se han pronunciado a favor de la normativa, así como la Unión Budista Belga, con argumentos como defender la libertad individual y el derecho a una muerte digna.
La cifra de eutanasias practicadas en Bélgica alcanzó un récord histórico en 2012, con un total de 1.432 casos, un 25 % más que en el año precedente, según datos de la Comisión Federal de Control y de Evaluación de la Eutanasia.
Además de Bélgica, la eutanasia «activa» -el suicidio con asistencia médica- está despenalizada en Europa en Holanda, Luxemburgo y Suiza.
(Rd/Agencias)