Esos informes también detallaron los mecanismos adoptados por las altas autoridades eclesiásticas de este país para obstaculizar e ignorar las denuncias sobre abusos
Un informe elaborado por el organismo supervisor independiente de la Iglesia católica de Irlanda criticó hoy a dos órdenes religiosas por no abordar adecuadamente denuncias de abusos de menores cometidos por sus religiosos.
El análisis de la llamada Junta Nacional para Salvaguardar al Menor en la Iglesia Católica de Irlanda (NBSC) critica la actuación de los Hermanos Cristianos y la Sociedad Misionera de San Patricio ante denuncias presentadas entre 1975 y 2013.
En el caso de los primeros, el documento señaló que solo doce «hermanos» han sido condenados por abusos durante ese periodo, una «cifra significativamente pequeña» si se tiene en cuenta el número de denuncias.
En total, 325 religiosos de esa orden, 50 de los cuales aún viven, fueron denunciados en 870 quejas presentadas por la víctimas de abusos en instituciones regentadas por los Hermanos Cristianos, como colegios o orfanatos.
El informe calificó el «nivel de abusos» de «sustancial», mientras que la respuesta de sus dirigentes ante las denuncias no fue siempre «sistemático ni adecuado» durante los últimos 38 años, sobre todo al principio.
Desde que la Iglesia católica irlandesa comenzó a efectuar revisiones internas, en 2007, la NBSC considera que la actuación de la orden ha sido satisfactoria y que ha hecho frente a las denuncias con prontitud.
En el documento, los «Hermanos Cristianos» reconocen los fallos del pasado y aseguran que «han aprendido de los errores» para «crear un contexto seguro para todos los menores y jóvenes adultos».
Respecto a la Sociedad Misionera de San Patricio, la NBSC reveló deficiencias en sus mecanismos de «registro de acusaciones, incidentes y sospechas» de casos de abusos entre 1975 y 2013.
Durante ese periodo se presentaron 50 denuncias contra 14 religiosos, nueve de los cuales aún siguen en la orden y cinco la abandonaron, aunque solo uno fue condenado por la Justicia de este país.
Según el organismo supervisor, la Sociedad Misionera trató a los miembros implicados en casos de maltratos «con demasiada tolerancia», motivo por el que «les resultaba muy fácil evitar rendir cuentas por sus actos».
El texto denuncia también que la respuesta de sus dirigentes variaba en función de si los abusos eran cometidos en Irlanda o en sus misiones del extranjero, donde no se concedía a los menores «el mismo nivel de prioridad».
Aunque la orden pide perdón a las víctimas y asegura que trabaja para mejorar sus salvaguardas, la NBSC criticó a sus responsables por no tener redactado aún un plan de protección del menor.
La NBCS fue establecida dos años después de que el llamado «Informe Ferns» revelase que en la pequeña diócesis de Ferns, en el sureste de Irlanda, se produjeron más de cien casos de abusos sexuales cometidos entre 1962 y 2002 por sacerdotes católicos.
Aquella investigación dio paso a otras tres que confirmaron que miles de menores fueron objeto de abusos sexuales y torturas físicas y psíquicas en instituciones estatales regentadas por religiosos en Irlanda desde 1940.
Esos informes también detallaron los mecanismos adoptados por las altas autoridades eclesiásticas de este país para obstaculizar e ignorar las denuncias sobre abusos.
(Rd/Agencias)