Las relaciones entre ambos países se enfriaron después de que el primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, lanzara en julio de 2011 en el Parlamento un ataque sin precedentes contra las más altas instancias de la Iglesia Católica
El Gobierno irlandés reabrirá este año la embajada en el Vaticano que cerró en 2011 por motivos económicos y establecerá nuevos consulados en Hong Kong y en Sao Paulo para reforzar los vínculos con los países de economías emergentes.
Dublín cerró su misión diplomática en la Santa Sede en noviembre de 2011 y lo atribuyó entonces a los recortes impuestos por el rescate solicitado por el país un año antes a la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), por 85.000 millones de euros.
Aunque dicha medida fue justificada por el Gobierno con argumentos puramente económicos, algunos observadores vieron en ello una señal más de las tensiones que dominaban entonces las relaciones entre el Vaticano y Dublín por los escándalos de abusos contra menores cometidos por sacerdotes católicos.
Las relaciones entre ambos países se enfriaron después de que el primer ministro irlandés, el democristiano Enda Kenny, lanzara en julio de 2011 en el Parlamento nacional (Dáil) un ataque sin precedentes contra las más altas instancias de la Iglesia Católica.
Kenny respondía así a la publicación de un informe sobre abusos cometidos por sacerdotes católicos en la diócesis de Cloyne, en el condado sureño de Cork, en el que se acusaba a sus dirigentes de obstaculizar la investigaciones de las denuncias y de proteger a sus miembros.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Irlanda explicó hoy en un comunicado que la presencia diplomática en el Vaticano se reducirá a «una sola persona», cuyas actividades se centrarán en cuestiones de «desarrollo internacional».
«Esto permitirá a Irlanda tratar directamente con el liderazgo del papa Francisco sobre asuntos relacionados con la erradicación de la pobreza, el hambre y derechos humanos», señaló el ministerio.
(RD/Agencias)