Necesitamos ayuda y apoyo espiritual; pedimos oración y ayuno en este periodo de Cuaresma, porque necesitamos un milagro
Miedo y preocupación. Así viven los católicos en Crimea tras el «referéndum» con el que la población de la península indicó su voluntad de separarse del país para pasar a formar parte de la Federación rusa, aunque Putin acaba de decretar la independecia y soberanidad de Crimea como país.
Desde hace días, según los medios católicos locales, varios sacerdotes y obispos, la mayor parte de rito oriental, han recibido invitaciones por parte de las fuerzas filo-rusas para abandonar la región. Este lunes, la delicada cuestión de Ucrania estuvo entre las reflexiones de Papa Francisco, que recibió a Sviatoslav Shevchuk, joven y combativo primado de la Iglesia greco-católica en Ucrania.
Desde los días de las protestas y manifestaciones en la Plaza Maidan, Shevchuck se había reunido con el Papa, que entonces le dijo para apoyarle: «¡Ánimo!». Las Iglesias cristianas, católica y ortodoxa, estuvieron unidas y al lado de los manifestantes durante los días de la protesta en Kiev. Ahora el panorama es muy diferente para los católicos, debido a la situación que se ha creado en Crimea.
Monseñor Jacek Pyl, obispo auxiliar de la diócesis católica de Odessa-Simferópoli y responsable para Crimea, no ocultó sus preocupaciones en una entrevista con la agencia de los obispos italianos Sir: «Necesitamos ayuda y apoyo espiritual; pedimos oración y ayuno en este periodo de Cuaresma, porque necesitamos un milagro»: el milagro de la paz.
¿Qué esperan del encuentro entre el Papa y Shevchuk? «Ayuda espiritual. Ayer, en la oración en el Corazón Inmaculado de María, renovamos nuestra fidelidad a Papa Francisco. Estamos con él. Para nosotros la oración del Papa es muy importante», dijo mons. Pyl a la Sir. Y no hay que olvidar que en muchas ocasiones, incluso durante diferentes Ángelus, el Papa ha pronunciado llamados por la paz y el diálogo en Ucrania.
Hay fuerte preocupación también por el aumento de la tensión en Crimea y en otras regiones y provincias ucranias, según indicó el obispo de Odessa-Simferópoli, mons. Bronislav Biernacki. «La situación ahora es extremadamente peligrosa -dijo-, y todos nosotros esperamos que las fuerzas políticas occidentales puedan detener a Putin». Hace un par de días el sacerdote Mykola Kvych, de Sebastópoli, fue secuestrado y dejado en libertad después de algunas horas. Sin embargo el sacerdote fue acusado de formar parte de los grupos que han organizado revueltas. Evidentemente ha recibido también «invitaciones» para abandonar Crimea.
Los jesuitas de Ucrania también critican las medidas de Rusia. El superior general David Nazar, en una intervención publicada en la revista italiana «Popoli», habló de una «invasión claramente ilegal». Pero, según su opinión, el de Putin, «a final de cuentas, no es un acto de agresión, sino de miedo».
Iglesia y universidad
El obispo de la Iglesia greco-católica ucraniana Borys Gudziak y el vice-rector de la Universidad Católica Ucraniana, Myroslav Marynovych, pidieron hoy a la Unión Europea (UE) y a Estados Unidos que reaccionen con más firmeza para frenar la invasión de la península de Crimea por parte de Rusia.
«Cuando Estados Unidos y Europa dicen que no utilizarán la fuerza militar en ningún caso, (el presidente de Rusia, Vladimir) Putin entiende que puede hacer lo que quiera», dijo Marynovych, fundador de Amnistía Internacional en Ucrania y expreso político de la etapa soviética en el país.
Gudsiak y Marynovych se pronunciaron así en una conferencia de prensa organizada por Cáritas Europa en Bruselas, donde este lunes se reunieron con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, a quien demandaron más firmeza.
«Le dijimos que los pasos (de la UE) deben ser más decisivos, que el poder blando no hará dar media vuelta a Putin, y que Europa necesita desarrollar mayor resistencia e inmunidad a la propaganda rusa que dificulta su toma de decisiones», explicó Gudziak en declaraciones a Efe.
Moscú tiene tropas en la península ucraniana de Crimea desde principios de marzo, y este lunes reconoció la independencia declarada unilateralmente por la región tras un referéndum que arrojó un respaldo del 96,7 % a la anexión con Rusia.
Putin y los líderes de Crimea y Sebastopol firmaron hoy un acuerdo bilateral por el que se acoge a Crimea y la ciudad de Sebastopol en la Federación Rusa.
EEUU y la UE, que no reconocen el referéndum, impusieron sanciones económicas a varios rusos y ucranianos considerados responsables de la crisis, pero no anunciaron medidas militares.
«No se trata de declarar la guerra, sino de establecer una línea roja», opinó Marynovych, para quien las potencias occidentales deberían amenazar a Rusia con apoyar militarmente a Ucrania en caso de que Moscú no retire las tropas de Crimea.
Asimismo, abogó porque la UE replantee su sistema de abastecimiento de gas para reducir la dependencia del suministro ruso, de forma que a la larga esta situación energética no influya en la toma de decisiones por parte de los países más dependientes, como Alemania.
Marynovych defendió que, si bien la decisión tardaría en materializarse, sería un mensaje económico «muy poderoso» con un efecto inmediato, por ejemplo, en la cotización de las empresas rusas, y por ende sobre la actitud del Ejecutivo de Putin. (RD/Agencias)