El jesuita vivió más de 30 años en Siria, donde se dedicó a impulsar el diálogo entre musulmanes y cristianos
(Valores Religiosos)- El sacerdote jesuita Dall’Oglio, romano de 59 años, desapareció en la región septentrional de Raqqa, y, según lo que indicaron hace pocos días fuentes de los rebeldes, estaría vivo y en poder de los fundamentalistas islámicos del Isis, el Estado Islámico de Irak y del Levante. «Pedimos a quien lo tenga que den a Paolo la posibilidad de volver a su libertad y a sus seres queridos; y pedimos a todas las instituciones que sigan empeñándose en este sentido».
Es el llamado de los familiares del jesuita Paolo Dall’Oglio, secuestrado en Siria el 29 de julio de 2013, a nueve meses de su secuestro. Todas las fuentes hasta ahora habrían confirmado que el padre Dall’Oglio sigue con vida y que se encuentra en una de las prisiones del Isis, que desde hace un año conquistó diferentes zonas del norte y del noreste del país.
Por parte de la unidad de crisis del Ministerio Exterior italiano, la atención sobre el caso de Dall’Oglio se sigue con la mayor discreción. Fuentes cercanas a los negociadores han referido que desde hace varios meses hay diferentes contactos tanto en Siria como en el extranjero comprometidos para su liberación.
Después de haber vivido durante más de 30 años en Siria y de haberse batido y comprometido para impulsar el diálogo entre musulmanes y cristianos, en particular en la comunidad monástica fundada por él al norte de Damasco, Dall’Oglio había sido expulsado del país en junio de 2012, después de haberse expresado a favor del plan de paz de la ONU, presentado por el entonces enviado especial Kofi Annan.
Desde el extranjero, el jesuita romano se dijo en contra de la represión gubernamental y, poco tiempo después (el año pasado), volvió al país por la frontera norte.