Estábamos en el interior de la iglesia cuando escuchamos disparos afuera y después de media hora de fuego hay cuerpos esparcidos por el lugar
Al menos 30 personas fueron asesinados hoy a tiros en un ataque contra una iglesia católica en Bangui, la capital de la agitada República Centroafricana (RC), sumida en un violento conflico armados entre cristianos y musulmanes, informaron fuentes policiales.
El atentado fue perpetrado contra la iglesia Nuestra Señora de Fátima, enclavada en un barrio habitado por musulmanes y cristianos de Bangui, informó la agencia de noticias ANSA.
Testigos contaron que los fieles se encontraban reunidos en la iglesia cuando un grupo de desconocidos comenzó a lanzar granadas y a disparar.
Ante esta situación cientos de fieles se refugiaron en el recito de la iglesia para escapar de las balas, pero no hubo escapatoria.
«Estábamos en el interior de la iglesia cuando escuchamos disparos afuera y después de media hora de fuego hay cuerpos esparcidos por el lugar», recordó el reverendo Freddy Mboula.
La situación todavía es tensa en la capital de la RC y los enfrentamientos están en curso en las cercanías del barrio musulman PK5, donde fueron levantadas barricadas.
La crisis en la RC comenzó el 24 de marzo pasado cuando el grupo Seleka, integrada por milicias islamistas radicales, dio un golpe de Estado al derrocar al presidente, Francois Bozizé, y formaron un gobierno encabezado Michel Djotodia, líder de los insurgentes.
Djotodia, que una vez en el cargo creía controlar a los insurgentes nucleados en Seleka, fue reconocido por la Comunidad Económica de Estados Centroafricanos el 18 de abril a condición de que convocara elecciones generales en un plazo de 18 meses.
Pero los seguidores del depuesto Bozizé, agrupados en las milicias crisitianas Anti-Balaka, se enfrentaron con los Seleka, combates que se intensificaron antes de que la ONU autorizara en diciembre pasado la intervención militar de Francia, la ex potencia colonial.
Pese a la presencia militar extranjera en la RC, los atentados y enfrentamientos con trasfondo religiosos se intensificaron en este país africano.
Hace 15 días, 13 personas fueron víctimas de sangrientos combates en Kaga Bandoro, a 300 kilómetros al norte de Bangui, entre miembros de Seleka y milicianos cristianas.
A fines de abril, 22 personas, entre ellos tres empleados de Médicos Sin Frontera, fueron masacradas en un hospital en el noroeste del país, en un ataque de musulmanes fundamentalistas.
En el intento de poner fin a la violencia, el 10 de abril, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad una resolución que instituye la Misión de estabilización en la República Centroaficana (MINUSCA) y autorizó el envío de 10.000 cascos azules a partir del 15 de septiembre de 2014.
La misión – que se sumará a un contingente de la UE y de una fuerza francesa de 2.000 hombres- permanecerá en ese territorio hasta el 30 de abril de 2015, con posibilidad de renovar el mandato.
(RD/Agencias)