Se vuelve necesario defender también físicamente a los cristianos del norte de Irak, y abastecerles agua y alimentos
Estados Unidos inició desde el viernes a enviar vuelos que arrojan ayuda humanitaria. Este sábado por la noche se le ha sumado Gran Bretaña con una primera misión de dos Hercules C130 que despegaron de la base de Brize Norton, en el centro de Inglaterra, y que ha lanzado víveres y agua a la minoría yazidi acorralada en el Monte Sinjar, según declaró el jefe de la diplomacia británica, Philipp Hammond.
Washington además de la ayuda humanitaria indicó que después de los tres raid aéreos realizados proseguirá atacando objetivos, armas y columnas de los insurgentes del Estado Islámico del Levante (ejercito yihadistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (Isis)). El presidente Obama entretanto ha admitido que los tiempos serán largos: «el problema no será resuelto en algunas semanas, no hay un término para el final de la misión».
Por su parte el observador en Ginebra de la Santa Sede ante la ONU y entes internacionales, Mons. Silvano María Tomasi, ayer ante los micrófonos de la Radio Vaticano reconoció que «una acción militar en este momento quizás sea necesaria».
Porque es «evidente que se vuelve necesario defender también físicamente a los cristianos del norte de Irak, y abastecerles agua y alimentos, porque hay también niños y ancianos que están muriendo por falta de ayuda alimentaria».
Por ello reiteró que «es necesario intervenir ahora» en favor de estas poblaciones compuestas por «decenas y decenas de miles de cristianos y de otras minorías de la Llanura de Nínive, que tuvieron que escaparse sin nada… solamente con los vestidos que tenían encima».
Pidió también «sean puesto al descubierto todos aquellos que dan armas y dinero a los fundamentalistas» y consideró positivo «el cambio de actitud» por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas cuando trató el tema de las minorías en Medio Oriente y «de los cristianos y otros grupos que se encuentran en peligro».
También consideró positivo que «algunos musulmanes, como el secretario general de la Organización de la Cooperación Islámica, haya condenado con tonos duros esta persecución de cristianos inocentes y haya defendido su derecho de vivir en sus casas, como todos los ciudadanos de Irak, o de Siria».
Por su parte los yihadistas afirmaron que seguirán con su ofensiva, tras haber ocupado en los últimos días otras 15 ciudades y pueblos de Irak, además del dique de 35 kilómetros en el Tigris, en el norte de Mosul, del que depende la irrigación en la llanura de Nínive. Ahora que su avanzada se encuentran a pocos kilómetros de la ciudad de Erbil, desafiaron en un comunicado a Estados Unidos a que mande tropas y no ataque con drones, y aseguraron que se detendrán solamente cuando su bandera flamee en la Casa Blanca.
(RD/Agencias)