La CAF, sin embargo, ha respondido que no va a retrasar la African Cup of Nations
Los obispos de Ghana han pedido a la Confederación Africana de Fútbol (CAF) que posponga el torneo por la Copa de las Naciones Africanas 2015 (African Cup of Nations- AFCON 2015) que se debe realizar el próximo año en Marruecos, debido a la pandemia del Ébola, que afecta a algunos países de África occidental.
«Los miembros de la Conferencia Episcopal de Ghana hemos seguido con gran interés y atención las discusiones sobre si la AFCON 2015 debe retrasarse o no a causa de la amenaza de la propagación del virus del Ébola en África Occidental y en otras partes, y hemos llegado a la conclusión de que sería imprudente mantener la competición bienal fijada para el año que viene», afirma una carta firmada por monseñor Joseph Osei-Bonsu, obispo de Konongo-Mapong y Presidente de la Conferencia Episcopal, dirigida a la CAF, responsable de la organización del evento, y de la que hemos recibido copia en la Agencia Fides.
Ghana, junto con Sudáfrica, ha sido indicado como una posible alternativa a Marruecos, el país donde se debería realizar el evento deportivo en enero, pero que ha pedido posponerlo por la cuestión del Ébola.
La CAF, sin embargo, ha respondido que no va a retrasar la African Cup of Nations y ha dado hasta el 8 de noviembre a las autoridades marroquíes para confirmar si es o no su voluntad el hacer que se dispute el torneo en su territorio.
Sudáfrica ya ha dicho que no está disponible para acoger el evento, en contraste con Ghana, donde el Ministro de Deportes, ha dicho que su país está listo para acoger la AFRCON 2015.
Pero los obispos manifiestan algunas dudas, señalando que «sólo faltan dos meses y medio para el inicio de la competición y, francamente pensamos que, aparte de los problemas de salud, no se podrán llevar a cabo toda la logística y la infraestructura necesaria antes del inicio«.
La carta concluye recordando que la Organización Mundial de la Salud ha declarado que Ghana y otros 14 países son «probables destinos de la enfermedad» y, por tanto, cualquier competición deportiva aumentaría el riesgo de infección por la afluencia de visitantes y aglomeraciones de masa.