Ahora solo nos queda rezar por el alma de este persona entregada a un pueblo que hoy le llora con tristeza pero enormemente agradecido
(Fran Izquierdo, procura de Vitoria).- Luis Mari llegó a a Angola en el año 1959 con la primera expedición que envió Misiones Diocesanas Vascas a ese país. Desde entonces siempre ha estado en Angola.
Su primera etapa misionera la pasó en la provincia de Malanje, (Cuale, Maxinde…) en los años finales del colonialismo portugués y los inicios de la independencia de Angola. Años más tarde, estuvo en la capital del país, Luanda, en la parroquia Nuestra Señora de las Gracias, hasta el año 1995 en el que fue nombrado Obispo de Malanje.
Los años difíciles de la guerra de Angola (llegaron a bombardear el obispado de Malanje) permaneció al lado del pueblo sufriente y fue testigo de la paz definitiva del 2002, tras la muerte del lider de UNITA, Jonas Savimbi. Los últimos 10 años de su pontificado los dedicó a reconstruir todo lo que la guerra había destruido (principalmente capillas y escuelas) de toda la provincia y potenciando el ingente trabajo de los catequistas, auténticos evangelizadores de Angola y otros países de África.
En el año 2012 que cedió el testigo a D. Benedito Roberto, actual arzobispo de Malanje. Los años de su jubilación, mientras su salud se lo ha permitido, los ha querido dedicar a servir a la que ha sido siempre su casa, el pueblo de Malanje.
Aún es pronto para tener noticias confirmadas, pero podemos suponer que tras las celebraciones propias de la Semana Santa, se oficiará su funeral y su entierro en su tierra, Malanje. Nuestro obispo, D. Miguel Asurmendi, ya ha comunicado que celebrará un funeral en Vitoria, pero se esperará al regreso de Carlos y Serafín de Angola. Os mantendremos informados.
Ahora solo nos queda rezar por el alma de este persona entregada a un pueblo que hoy le llora con tristeza pero enormemente agradecido.
Besarkada bat