Cree que las personas homosexuales están violando los derechos constitucionales de Dios y Jesús
Sylvia Ann Driskell es una ciudadana estadounidense, cristiana devota, que ha decidido acusar, ante los tribunales, a todos los homosexuales del mundo de violar los derechos civiles de ella y de sus dos apoderados: Dios y Jesucristo.
El documento que redactó de su puño y letra y que la Corte del distrito de Omaha (Nebraska, Estados Unidos) recibió el 30 de abril de este año, es para ella el comienzo de una pelea legal entre los gais de todo el planeta y el bando celestial de Driskell.
Según la demandante, ella no es más que una embajadora de las peticiones que recibe desde el cielo: determinar si la homosexualidad es o no un pecado. Driskell, una mujer estadounidense de 60 años, defiende su pleito citando varios pasajes de la Biblia, en donde asegura se encuentran las razones para establecer que ser gay sí es un pecado, reportó el portal Slate.
«El riesgo no puede ser más alto», explica la autodenominada embajadora de Dios y su hijo pues «la manera de acabar con cualquier nación o estado es destruyendo su moral. Miren lo que pasó en las ciudades de Sodoma o Gomorra«, dice, haciendo referencia a la historia del Antiguo Testamento en la que estos dos lugares, considerados la perdición por todos los pecados que allí se cometían, fueron destruidos por completo.
Si bien Driskell no explica cuál es el motivo para presentar esta demanda, sus peticiones las argumentó teniendo en cuenta los derechos civiles de 1983. «Esto significa que ella cree que las personas homosexuales están violando los derechos constitucionales de Dios y Jesús«.
El sistema judicial de Estados Unidos ampara con más seriedad los casos de derechos civiles en las cortes estatales que en las distritales, en donde Driskell presentó su petición hecha en un blog de notas.
(RD/Agencias)