Unos pocos, a pesar de la crisis, se enriquecen, sin reparar en otros que se empobrecen hasta el hambre
(José M. Vidal).- El Papa viaja Turín e inscribe su nombre en la tradición de las visitas papales a la Sábana Santa. El Papa llegó en un Falcon/900 a Turín, en cuyo aeropuerto fue acogido por el arzobispo de la ciudad, Cesare Nosiglia, acompañado por el presidente de la región, el prefecto y el alcalde. Tras los saludos, se subió a un coche con destino a la Plaza real, para reunirse con el mundo del trabajo.
Acogido con grandes aplausos, el Papa sube a un estrado delante del Palacio real, para un encuentro con el mundo del trabajo. Sentado, escucha pacientemente tres testimonios: un empresario, un trabajadora y un agricultor.
El empresario es aplaudido por la gente, cuando confiesa que, a pesar de las ofertas recibidas para instalarse en otros paúses, decidió mantener su empresa textil en Italia.
Tras el empresario, Alexandra, madre trabajadora, que comenzó a trabajar muy pronto y nunca dejó de hacerlo. Pero, ahora, su marido está en paro y ella, con un trabajo alejado de su casa. Apluadida, cuando da las gracias al Papa por valorar el trabajo de la mujer. Y también, cuando alaba el amor incondicional de los abuelos.
A continuación, Fabrizio, un agricultor, que se dedica a cultivar flores.
Algunas frases del discurso del Papa
«Gracias por la acogida»
«Mi visita a Turín comienza con vosotros. Expreso mi cercanía a los jóvenes parados, a las personas con trabajos precarios, pero también a los empresarios y a los artesanos y a todos los que sufren en la actual crisis»
«El trabajo es necesario para la persona humana, para su dignidad y para su inclusión social»
«Turín, polo laboral, se resiente por la crisis»
«Muchas personas se han empobrecido y tienen problemas con la casa, la salud…»
«Los emigrantes son víctimas de la inequidad de la economía que descarta y de las guerras»
«Seres humanos son tratados com mercancías»
«No a una economía del descarte, que pide resignarse a la exclusión de los que viven en pobreza absoluta»
«Se excluyen los niños, los ancianos y, ahora, los jóvenes. Lo que no produce se excluye, a modo de usar y tirar»
«Llamados a repetir el no a la idolatría del dinero»
«Unos pocos, a pesar de la crisis, se enriquecen, sin reparar en otros que se empobrecen hasta el hambre»
«Llamados a decir no a la corrupción, tan extendida, que parece ser una actitud normal»
«No a la inequidad que genera violencia»
«Don Bosco enseña que el método mejor es el preventivo. Prevenir el conflicto social con la justicia»
«El trabajo es fundamental»
«Un trabajo digno, que reruqire un modelo económico que no sea organizado en función del capital y de la producción, sino en función del bien común»
«Que lso derechos de las mujeres sean tutelados con fuerza»
«Las mujeres siguen estando discriminadas en el trabajo»
«Turín está llamada a ser protagonista de una nueva era de desarrollo económico y social»
«Invertir con valentía en la formación»
«Quiero unir mi voz a la de tantos trabajadores y empresarios para pedir un pacto social y generacional»
«Llegó el tiempo de reactivar la solidaridad entre las generaciones, de recuperar la confianza entre jóvene sy adultos»
«No olvidéis la riqueza de la familia: los hijos y los abuelos. Los hijos son la promesa de seguir adelante. Los ancianos son la riqueza de la memoria»
«Una crisis no puede ser superada sin los jóvenes, los niños y los abuelos»
«Fuerza para el futuro, pero memoria del pasado, que nos indica por donde ir»
«No olvidéis esto, por favor, los hijos y los abuelos son la riqueza y la promesa de un pueblo»
«Se necesita confianza en el futuro»
«Valentía, que no significa paciencia ni resignación, sino atreveos, id adelante, sed creativos, sed artesanos todos los días, artesanos del futuro, con la fuerza de la esperanza que nos da el Señor»
Visita a la Sindone
Y tras el discurso, saluda a algunos de los presentes, entre ellos a las familias del empresario y de los dos trabajadores.Tras el aliento a los trabajadores, la visita a la Sábana Santa. El Papa se recoge en oración silenciosa largo rato. En una capilla silensiosa y en penumbra. Con la cabeza baja, concentrado ante la sacra reliquia. ¿Qué le estará pidiendo al Señor?
Tras un largo rato, siempre en silencio, se levanta y se dirige hacia el Santo Sudario, se para otro momento, reza de nuevo, contempla la reliquia de cerca y, por fin, se acerca a ella y la toca con la mano, con unción. El Papa peregrino de la Sábana Santa, postrado ante uno de los grandes misterios de la fe.
Breve visita también al altar del beato Pier Giorgio Frassati, ante la presencia de monjas de clausura, sacerdote sancianos, algunos familiares del beato, el cardenal Poletto y los obispos del Piemente.
Y sale de la catedral, a las puertas le espera el papamóvil, que lo conduce a la Plaza Vittorio, para celebrar la misa