Ya hay 55 testimonios creíbles sobre los abusos del cura, que ha seguido en contacto con menores hasta el año pasado, a pesar de que las denuncias contra él se iniciaron en 1990
La policía francesa interrogó hoy al arzobispo de Lyon, el cardenal Philippe Barbarin, con motivo de las dos investigaciones abiertas por omisión de denuncia en casos de pederastia en su diócesis. Este interrogatorio pone fin a las investigaciones, antes de que la Fiscalía decida si archiva o no el caso.
Barbarin, que no está detenido ni imputado, sino que habla en calidad de testigo, llegó a los locales de la Brigada de Protección de la Familia hacia las ocho de la mañana. En su declaración, el cardenal se reafirmó en anteriores declaraciones, negando el conocimiento de los abusos sexuales a los menores, pero reconoció en abril que en esa diócesis se cometieron «errores» en materia de lucha contra la pederastia y en la designación de algunos sacerdotes.
En una reciente entrevista en el diario católico «La Croix», el Papa Francisco defendió la decisión de no apartar a Barbarin de su cargo al afirmar que «sería una imprudencia», porque hacerlo antes de que acabe el proceso «sería declararle culpable».
La policía francesa investiga las presuntas agresiones sexuales cometidas por el cura Bernard Preynat sobre varios «scouts» entre 1986 y 1991, por las que este ya se encuentra imputado, y por otro párroco contra una adolescente.
Las víctimas consideran que Barbarin no denunció los casos, cubrió a Preynat durante años y le mantuvo en su puesto hasta 2015, mientras que el cardenal rechaza esas acusaciones y ha expresado desde el principio su intención de colaborar con la Justicia.
Barbarin ha sido denunciado por víctimas de abusos sexuales de dos curas. En una se le acusa de haber encubierto las decenas de supuestas agresiones sexuales del sacerdote Bernard Preynat sobre varios jóvenes scouts de Lyon al menos entre 1986 y 1991. El citado sacerdote, que siguió ejerciendo hasta agosto del año pasado, está inculpado desde enero pasado e incluso ha reconocido los hechos.
Ya hay 55 testimonios creíbles sobre los abusos del cura, que ha seguido en contacto con menores hasta el año pasado, a pesar de que las denuncias contra él se iniciaron en 1990.
De nada habían servido las denuncias. La jerarquía católica de Francia, como ha ocurrido en otras ocasiones, se había limitado a cambiarle de destino varias veces desde 1991, pero otros niños y jóvenes seguían a merced de sus tocamientos y violaciones.
El cardenal Philippe Barbarin, interpelado varias veces por este asunto por las víctimas, solo le retiró en verano pasado, cuando el sacerdote Preynat tenía ya 69 años.
Pero sus víctimas quieren ahora que su superior jerárquico (Barbarin), responda por no haber denunciado los hechos que, estiman, conoció. Además, otro hombre ha enunciado al arzobispo: le acusa de no haber hecho nada cuando el 2009 fue informado por otra víctima de los ataques sexuales de otro sacerdote.
Por estos hechos el arzobispo está siendo interrogado por la Brigada de Protección de la Familia.
(RD/Agencias)