El complejo, que Israel considera su lugar más sagrado por haber albergado hace dos mil años el Templo de Jerusalén, está situado en Jerusalén Este, territorio que estaba bajo soberanía jordana cuando Israel lo ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967
Decenas de jóvenes palestinos se atrincheraron en la mezquita de Al Aqsa, en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, en el tercer día de enfrentamientos entre fieles musulmanes, en protesta por la entrada de visitantes judíos, y policías israelíes, tras lo cual Israel procedió a cerrar el recinto sagrado durante tres días. E interrumpió la visita de no musulmanes hasta el final del Ramadán la semana próxima.
«No habrá visitas al Monte del Templo (nombre que el judaísmo da a ese recinto) ni el martes ni el miércoles ni el jueves», dice un comunicado de la Policía, que precisa que agentes se desplegaron en toda la zona para «impedir disturbios».
La Policía informó que sus agentes habían intervenido brevemente a primera hora para repeler a manifestantes que arrojaban piedras y que causaron heridas leves a una mujer judía que estaba en el Muro de las Lamentaciones, a los pies de la Explanada.
«A pesar de la decisión adoptada (de cerrar la Explanada) también jóvenes musulmanes enmascarados lanzaron piedras hacia la puerta de los Mugrabíes (donde se halla apostada la policía)», dice un parte actualizado en el que anota el caso de la mujer herida.
Según la nota, altos mandos de ese cuerpo de seguridad están en contacto con los líderes palestinos locales y el Wakf Islámico, responsable del lugar, para calmar los ánimos y les «ha exigido que actúen para evitar disturbios y preservar la calma».
Tercer lugar más sagrado para el Islam, después de La Meca y Medina, la Explanada es lugar de frecuentes enfrentamientos entre jóvenes palestinos y las fuerzas israelíes.
Después de algunas semanas de calma, los choques se han reanudado en las últimas cuarenta y ocho horas, con intervenciones policiales para sacar del lugar a los jóvenes atrincherados.
Según la Policía, los atrincherados levantaron barricadas y tienen a su disposición piedras y fuegos artificiales, que suelen lanzar directamente contra los agentes israelíes.
El complejo, que Israel considera su lugar más sagrado por haber albergado hace dos mil años el Templo de Jerusalén, está situado en Jerusalén Este, territorio que estaba bajo soberanía jordana cuando Israel lo ocupó en la Guerra de los Seis Días de 1967.
Después de siglos en los que los grandes rabinos prohibían el acceso al lugar por temor a vulnerar su santidad, en los últimos años se incrementaron la visita de judíos nacionalistas religiosos que reivindican su derecho a rezar allí, lo que genera gran indignación entre los palestinos.
La ley israelí permite las visitas al lugar con fines turísticos, lo que activistas judíos aprovechan para rezar allí en silencio.
(RD/Agencias)