Trump es un tonto que ve solamente dólares y negocios. Para él América Latina no cuenta
(Cameron Doody).- «El Papa ha iniciado una verdadera revolución». Leonardo Boff ha concedido una entrevista a Deutsche Welle Latinoamérica en la que ha dado cuenta de la renovación del catolicismo en la era de Francisco. Un fenómeno que, en su opinión, ha pasado por la conversión del «castillo cerrado» de la Iglesia en un «hospital de campaña que recibe a todos».
Bajo el Papa Bergoglio, el foco de la fe se ha puesto en «el amor y la misericordia, la ternura y la capacidad de encuentro con el diferente, con el otro», dijo Boff en conversación con el canal alemán, estando de paso en Berlín para recoger un premio de la Fundación Carl Friedrich von Weizsäcker. «Para él (Francisco), eso es lo que cuenta. No son tanto doctrinas, ni dogmas, sino personas concretas a las que hay que calentarles el corazón y devolverles la alegría de vivir y la esperanza».
Esta insistencia en el encuentro -esa apuesta pontifical por la alegría y la esperanza- ha dado lugar a «una humanización de la Iglesia», a juicio del teólogo, en el sentido en que ésta ya «ha perdido su rigidez» y «ha vuelto a ser un hogar espiritual» para los fieles.
Preguntado por los cambios que Francisco aún tendría pendiente implementar en la Iglesia, el teólogo contestó que lo que se echan en falta «son las reformas que tienen que ver con las mujeres». «Las mujeres son más de la mitad de la Iglesia, y son las madres y hermanas de la otra mitad», razonó, realidad «que no es poca cosa».
«El Papa ha prometido que va a introducir cambios», insistió Boff. «Unos incluso piensan que va a introducir no solo diaconisas, sino también cardenales», dignidad esta última que, como explicó, «es un título» simplemente para el que «no se necesita ser sacerdote».
El teólogo enseguida recordó que «el Papa dijo que tiene que haber laicos hombres y mujeres- que junto con él vean cuáles son los mejores caminos para la Iglesia», o en otras palabras personas no consagradas que realicen a su lado el gobierno de la Iglesia mundial. «Y ahí darle un título a las mujeres. Que sean cardenales, con el mismo rango que los demás cardenales», reclamó Boff.
Francisco y la teología de la liberación
Para sustenciar su afirmación que Francisco se dejó influenciar en su Argentina natal por una opción teológica por el «pueblo oprimido» y por la «cultura silenciada» -ingredientes del «caldo cultural de la teología de la liberación» en el que el futuro pontífice se formó- Boff recurrió a una anécdota de los días de estudiante de Jorge Mario Bergoglio.
«Incluso su profesor Juan Carlos Scannone, que todavía vive, dijo que cuando vino Bergoglio, que en ese entonces era químico, escuchó su teología e hizo una promesa de pasar un día cada semana en una villa miseria de Buenos Aires». Según el teólogo, este episodio explica la razón por la que, bajo Francisco, «el foco está puesto en crear espacios de libertad para los oprimidos, que son las grandes mayorías de la humanidad.»
La amenaza de Trump
Por último, el teólogo compartió con Deutsche Welle su parecer respecto a los sufragios recientemente celebrados en los Estados Unidos, elección «entre lo malo y lo peor» en la que «ganó el peor»: el republicano Donald Trump.
«Trump es un tonto que ve solamente dólares y negocios», denunció Boff. «Para él América Latina no cuenta. Cuenta algo Brasil porque tiene grandes reservas de petróleo allí; están llegando ya las grandes empresas norteamericanas. Él está interesado en eso», explicó.
Dentro del panorama global en el que solo cuentan Europa y Oriente Medio -regiones «donde está el gran capital»- el teólogo adviritó que la apatía ya declarada del magnate hacia América Latina puede tener consecuencias negativas para este continente dado que afectará a sus exportaciones y posibilidades para el desarrollo interior.
Toda una situación desalentadora la de elección del republicano ante la que, sobre todo, «hay que ser realistas». «Es una persona que uno no sabe qué línea tiene … tal vez él mismo ni lo sabe», adviritó Boff. Aún así, hay algo le parece al teólogo «clara y terrible»: el impulso que el presidente electo puede dar al radicalismo religioso.
«Él quiere eliminar y aniquilar totalmente al «Estado Islámico» y ahí poner las tropas americanas», opinó, «y eso es para mí peligroso, porque puede incentivar el terrorismo en todo el mundo».
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