Vestido de negro, Teodoro II insistió en que "quien perpetró esa acción malvada no tiene humanidad en su corazón"
(José M. Vidal/Agencias).- Funeral de Estado en El Cairo, para mitigar la rabia, el dolor y la indignación de los cristianos coptos, víctimas, una vez más, del odio terrorista, que segó la vida a 23 personas, mientras asistían a la celebración de la eucaristía en la catedral copta. La misa, oficiada por Teodoro II, contó con la presencia del presidente al Sisi. Francisco llamó por teléfono al Patriarca, para manifestarle su unión «en la sangre de los mártires».
Las autoridades egipcias han despedido hoy en El Cairo con honores militares a las 23 víctimas del atentado de ayer contra la iglesia de San Pedro, ubicada en el recinto de la principal catedral cristiana de la capital de Egipto.
En un recinto al aire libre establecido para la ocasión, en el este de la ciudad, el presidente Abdelfatah al Sisi y el patriarca de la Iglesia copta, Teodoro II, lideraron la ceremonia, celebrada después de una misa privada para los familiares de los fallecidos, en una iglesia cercana.
El jefe de Estado aprovechó la ocasión para anunciar que un terrorista suicida de 22 años, identificado como Mahmud Shafiq Mohamed Mustafa, perpetró el atentado con un cinturón de explosivos en el interior del templo religioso durante la misa del domingo.
Asimismo, informó de que tres hombres y una mujer ya han sido detenidos en relación al suceso, mientras otros dos sospechosos están siendo buscados, al mismo tiempo que negó que el ataque se produjera por un «fallo de seguridad».
El mandatario ofreció sus condolencias a los líderes de la Iglesia copta, acompañados por los de las instituciones oficiales musulmanas suníes, además de numerosos representantes del Estado egipcio y de las Fuerzas Armadas y la Policía.
Los féretros fueron llevados por soldados egipcios y cubiertos con la insignia nacional, por lo que recibieron el mismo tratamiento que los uniformados caídos en acto de servicio.
Sólo los parientes más cercanos de las víctimas pudieron asistir al acto, que se desarrolló en medio de fuertes medidas de seguridad debido a la presencia del jefe del Estado y otros altos cargos.
La guardia presidencial y unidades especiales del Ejército y la Policía fueron desplegadas en torno al lugar de la ceremonia, en un perímetro de varios kilómetros cuadrados, y tanquetas y soldados armados cortaron las calles y prohibieron el paso a los medios de comunicación, así como a fieles y curiosos.
El patriarca copto ortodoxo, Teodoro II, ofició hoy una misa por los 23 egipcios cristianos muertos ayer en un atentado en la iglesia de San Pedro, situada junto a la catedral copta de El Cairo, en el centro de la ciudad.
Teodoro II, que ayer, tras conocer la tragedia, regresó de Grecia, donde se encontraba en una visita oficial, aseguró frente a los féretros de una decena de víctimas mortales que «el pueblo egipcio no es violento ni el terrorista».
Ante representantes de la iglesia, el Gobierno y familiares de los fallecidos, el líder espiritual de los coptos egipcios, que representan entre un 10 y un 12 por ciento de la población del país, subrayó que «el terrorismo negro tiene como objetivo golpear la estabilidad de toda la patria».
Vestido de negro, Teodoro II, quien insistió en que «quien perpetró esa acción malvada no tiene humanidad en su corazón», hizo hincapié en que «el dolor (por el atentado) no lo sufren solo los coptos, sino que es un dolor que siente toda la patria».
Paralelamente a la misa, celebrada en la iglesia de la Virgen, en el barrio de Medinat Naser y transmitida en directo por la televisión estatal, un centenar de personas acudió a las puertas del templo para mostrar su solidaridad con las víctimas del peor atentado sufrido por la comunidad cristiana egipcia en los últimos años.
Husam, un joven cristiano del barrio de Shubra, acusó al grupo islamista de los Hermanos Musulmanes de lo sucedido y pidió al presidente egipcio, Abdelfatah Al Sisi, que juzgue a todos sus seguidores.
«Hemos venido a pedir justicia y derechos para las víctimas, porque no se ha hecho justicia después de todos los ataques de los pasados años, desde que los Hermanos fueron derrocados», aseguró Husam.
Por su parte, el papa Francisco llamó hoy por teléfono al patriarca copto ortodoxo, Teodoro II, para expresar su pésame y cercanía tras el atentado en la iglesia de San Pedro, en El Cairo, en el que murieron 23 egipcios cristianos.
El portavoz del Vaticano, Greg Burke, explicó que en la conversación telefónica, Francisco expresó su cercanía a la comunidad copta tan duramente golpeada y su pesar porque la mayoría de las víctimas hayan sido niños y mujeres.
Francisco le expresó que ortodoxos y católicos están unidos «por la sangre de sus mártires».
El pontífice también aseguró que rezará por las víctimas y heridos en la misa que oficiará hoy en honor de la Virgen de Guadalupe en la basílica de San Pedro.
El pontífice argentino había condenado el pasado domingo tras el rezo del Ángelus los atentados en Turquía o Egipto y afirmó que frente a la «violencia que siembra muerte y destrucción» solo cabe una respuesta: «unidad en los valores humanos y civiles».