Según publicó el diario romano Il Messaggero, se le acusaría a Boeselager de no haber impedido la distribución de preservativos en diferentes zonas del mundo
(C. Doody/Agencias).- «Un católico liberal no dispuesto a aceptar la doctrina de la Iglesia». Por ser así, dice Albrecht von Boeselager, le han destituido de su puesto de Gran Canciller de la Orden de Malta, la cofradía católica centenaria cuyo patrono es el cardenal Raymond Burke. Una comisión nombrada este jueves por el Papa Francisco será la encargada de contrastar la veracidad de sus palabras.
El grupo que ha sido encargado de «recoger elementos e informar en breve a la Santa Sede» está formado por Silvano Tomasi, Gianfranco Ghirlanda, Jacques de Liedekerke, Marc Odendall y Marwan Sehnaoui, informó hoy la oficina de prensa del Vaticano. El portavoz del vaticano, Greg Burke, explicó que el nombramiento de la comisión se explica con «la voluntad de resolver el asunto de manera pacífica».
Según publicó el diario romano Il Messaggero, se le acusaría a Boeselager de no haber impedido la distribución de preservativos en diferentes zonas del mundo donde se encuentran las estructuras médicas gestionadas por los voluntarios de la Orden del mundo. Esto habría sido retenido como contrario a la moral católica y por tanto una grave conducta del Gran Canciller.
Boeselager, en un correo electrónico a miembros de la Orden recogido por The Tablet el 9 de diciembre, niega todas las acusaciones en su contra y afirma que la verdadera acusación que se le ha lanzado ha sido la de ser «un católico liberal no dispuesto a aceptar la doctrina de la Iglesia».
«He dado mi vida a la Orden y por eso a la Iglesia, y siempre he afirmado que soy fiel a la Iglesia y su doctrina», escribió Boeselager en su email.
La versión del ya ex Gran Canciller contrasta de esa forma con el relato oficial de la Orden, que comunicó hace unos días «la situación extremadamente grave e insostenible respecto del papel de Albrecht von Boeselager como Gran Canciller de la Orden de Malta».
Según esa nota oficial, el pasado 6 de diciembre el Gran Maestre, Matthew Festing, convocó a von Boeselager a una reunión en presencia del Gran Comendador, Ludwig Hoffmann von Rumerstein, y el cardenal Burke, como representante del Santo Padre ante la Orden de Malta, y le obligó a dimitir. Ante la negativa de Boeselager, se inició un expediente disciplinario que desembocó en su destitución como Gran Canciller el 16 de este mes.
En detalle, la Orden cita «los graves problemas ocurridos durante el mandato de Boeselager como Gran Hospitalario de la Orden de Malta, y el ocultamiento de dichos problemas por su parte ante el Gran Magisterio, como probó un informe encargado por el Gran Maestre el año pasado».
La destitución obligatoria del Gran Canciller ha causado enormes divisiones en el seno de la Orden de Malta, según han añadido diversos medios de comunicación, con algunos de sus miembros alegando incluso que, por su proceder en cesar a Boeselager, el Gran Maestre ha provocado una «crisis constitucional». Boeselager es «un hombre de gran valor, a quien respeto profundamente», dijo un oficial de la Orden a La Croix, medio que asimismo citó a otros miembros de la Orden valorándolo como un católico «piadoso» y «ferviente».
El origen de La Orden de Malta se remonta al año 1048 durante la época de las Cruzadas. Está formada hoy en día en su mayor parte por laicos de familias nobles que se dedican a labores humanitarias, quienes mantienen, como parte de esas labores, relaciones diplomáticas con más de cien estados alrededor del mundo.