Los fieles han encontrado confortación en estas celebraciones, porque la fe representa un elemento de fuerza, un apoyo en la dificultad
(Asia News).- El Nuncio apostólico en Damasco, cardenal Zenari, muestra cauto optimismo por el cese del fuego alcanzado por el gobierno y los rebeldes, con la mediación de Rusia y Turquía. «La finalidad inmediata» es favorecer «las ayudas humanitarias». Además en necesario «relanzar la mesa de los negociados». «Gran participación» de los cristianos en las celebraciones de Navidad, que es fiesta nacional en Siria.
El pueblo sirio «observa en general con favor y de buen parecer», «la tregua nacional» subscripta por el gobierno sirio y las milicias rebeldes, en vigor desde la medianoche del 30 de diciembre. Un cese del fuego frágil, pero es en escala nacional y «se lo esperaba desde hacía muchísimo tiempo» y con la esperanza de que pueda traer un poco de «alivio». Es cuánto afirma a AsiaNews, el Card. Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, comentando el acuerdo entre Rusia y Turquía que trajo congelamiento de los combates.
Una tregua que parece «mantenerse» en estas primeras horas, en la espera de una futura conferencia de paz que se debería realizar en Kazajistán el mes próximo.
Para el neo-purpurado y jefe de la diplomacia vaticana en Siria el cese del fuego representa un «paso positivo», si bien prevalece una actitud de cautela. «Hasta ayer en la zona oriental de Damasco -cuenta- se registraron bombardeos y ataques con morteros. En la tarde del 29 de diciembre cayeron cohetes en el este de la capital».
La gente «está cansada de esta guerra», agrega el Card. y «ve muy positivamente el cese del fuego, el tercero de este año, esperando que el éxito sea mejor respecto a los dos precedentes».
El acuerdo incluye a gran parte de la oposición, que desde hace cinco años está en lucha contra el presidente Bashar al Assad, pero nada tienen que ver con el estado islámico ni otras milicias yihadistas; también están excluidas del pacto las unidades para la protección del Pueblo (YPG), los combatientes kurdos en Siria). Una tregua que el mismo presidente ruso definió como «frágil», así como están suspendidos los futuros objetivos del eje ruso iraní en Siria, después de la reciente reconquista de Alepo.
Por las calles de la capital, narra el nuncio, «se respira un clima diverso, existe la esperanza que este acuerdo sea mejor de los otros y pueda mantenerse». La «finalidad inmediata», agrega, «es la de bastecer a la gente con ayudas de primera necesidad, especialmente comida». Además, es necesario «relanzar la mesa de negociaciones,
El Card. Zenari habla de «comentarios y reacciones positivas» al acuerdo entre Moscú y Ankara, el «problema» que queda ahora es el de «ver qué sucederá» en el inmediato futuro. «Permanecen muchos nudos irresueltos -confirma el purpurado- no todos los grupos rebeldes está dentro del acuerdo, la situación sobre el terreno está fragmentada, el cuadro no está bien definido y quedan dudas e incertezas sobre quién es parte integrante de la tregua y el rol para el futuro del país».
Por lo tanto es necesario subrayar la importancia de estos «pequeños pasos» en dirección de la paz, si bien la población «está con el corazón en la boca esperando nuevos desarrollos y no hay un 100% sobre que esto pueda suceder». De todos modos, confirma el purpurado, esta tregua «parece tener elementos diferentes respecto a los anteriores, elementos positivos que pueden dar mucha esperanza. Esperemos y veamos…»
Si la política internacional mueve los peones del tablero para resolver el complicado estado de las cosas en Siria, en el terreno la situación continúa siendo difícil, también y sobre todo en la capital, Damasco, donde «desde hace cuatro días falta el agua y el problema comienza a presentarse en toda su gravedad».
Por el momento afirma el Card., «no hay certeza sobre las causas que han originado el problema». Según algunas fuentes habrían habido enfrentamientos en las cuencas donde están las reservas hídricas, otros hablan de envenenamiento de los pozos por manos de algunos yihadista o rebeldes. «No sabemos con seguridad las causas, comenta el purpurado- pero estamos preocupados porque inician a escasear también la botellas de agua. Hay camiones que dan vuelta por la ciudad distribuyendo agua, pero el malestar es muy grande».
Al final, el nuncio en Damasco recuerda con satisfacción las recientes celebraciones natalicias que han registrado «una gran participación» entre los cristianos, en Damasco como en Alepo y en otras zonas del país. «Los fieles han encontrado confortación en estas celebraciones-narra el Card. Zenari- porque la fe representa un elemento de fuerza, un apoyo en la dificultad. Obispos, párrocos estaban muy contentos y particularmente en Alepo se respiraba un clima de alivio y de esperanza porque no caían morteros».
Por último, recuerda el purpurado que en Siria la Navidad y la Pascua «son días de fiesta, como sucede también para las más importantes celebraciones musulmanas, lo cual confirma la importancia y el valor «reconocida a la presencia cristiana» en la vida del país (DS).