Hoy se nos cree. Como niños, tratamos de quejarnos de los abusos y nadie nos escuchó. En particular, las órdenes religiosas y toda la gente devota cristiana no nos creyeron e incluso nos intimidaron por atrevernos a protestar
Una investigación de cuatro años constató la gran extensión de los abusos sexuales a niños en instituciones religiosas y estatales de la provincia británica de Irlanda del Norte, según sus resultados desvelados este viernes.
La investigación independiente halló «pruebas de abusos sexuales, físicos y emocionales, de prácticas inaceptables y negligentes», cometidas entre 1922 y 1995 en la mayoría de instituciones investigadas.
El informe propone indemnizar a cada víctima con hasta 100.000 libras (115.000 euros, 123.000 dólares). En total, 493 personas testificaron como víctimas.
Anthony Hart, el juez jubilado que dirigió la investigación, dijo que era la primera vez que las víctimas habían tenido ocasión de explicar lo que les ocurrió de niños en orfanatos y centros de acogida.
«Describir todas esas experiencias no era siempre fácil, de hecho, en ocasiones fue angustiante y doloroso, y les damos las gracias por su valentía y determinación».
La mayoría testificó en Belfast, pero el reguero de víctimas se extendía de Irlanda a Australia, pasando por el Reino Unido.
El informe es particularmente incriminador con la policía y su negligencia a la hora de investigar los abusos en instituciones católicas, llegando a proteger a sus autores.
Cuatro centros gestionados por las Hermanas católicas de Nazaret acumularon el mayor número de denuncias.
Margaret McGuckin, presidenta de una asociación de damnificados, dijo que «habían esperado toda una vida» este informe.
«Hoy se nos cree. Como niños, tratamos de quejarnos de los abusos y nadie nos escuchó. En particular, las órdenes religiosas y toda la gente devota cristiana no nos creyeron e incluso nos intimidaron por atrevernos a protestar», dijo McGuckin.
(RD/Agencias)