Al pie de la escalerilla, le despiden los obispos portugueses, entre ellos el cardenal Clemente y se funde en una abrazo con el obispo de Leiria-Fátima, Antonio Augusto Dos Santos Marto
(José M. Vidal).- El Papa se despide de Fátima. Tras almorzar con los obispos de Portugal en la casa Nuestra Señora do Carmo, Francisco se dirige en su pequeño Wolskwagen azul a la base aéra de Monte Real. Allí está para despedirlo, entre los aplausos de la gente, el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa y diversas autoridades.
-Le agradezco profundamente la hospitalidad, le dice el Papa al Presidente, mientras se dirige a su avión.
Sin discursos y sin demasiado protocolo, pero con mucho cariño.
El Papa sonríe y saluda sin parar. Al pie de la escalerilla, le despiden los obispos portugueses, entre ellos el cardenal Clemente y se funde en una abrazo con el obispo de Leiria-Fátima, Antonio Augusto Dos Santos Marto.
Abraza, a pies de escalerilla, al presidente de la República y sube al avión ‘Grao Vasco’ de las líneas aéreas portuguesas, que lo llevarán a Roma. Sentado en el avión y , desde la ventanilla, Francisco vuelve a decir adiós con la mano. ¡Misión cumplida, trabajo hecho, paregrinaje terminado! Con la bendición de Dios, la Virgen de Fátima y los dos nuevos santos, Francisco y Jacinta.