El cardenal Barbarin da la bienvenida a la decisión del Poder Judicial por haber aportado algo de verdad y paz después de una polémica acalorada que incluso llegó a ser difamatoria
(J. B./Agencias).- El cardenal de Lyon, Philippe Barbarin, «no tuvo intención de impedir la accción de la justicia». En una nota, la diócesis francesa anuncia el fin de las investigaciones judiciales acerca de los presuntos encubrimientos del purpurado a varios sacerdotes acusados de abusos a menores. La resolución no puede ser más clara: «No se encontró delito alguno«.
Tal y como apunta la diócesis, sendos juzgados franceses han desestimado las denuncias en la que se acusaba a Barbarin de haber mirado hacia otro lado ante los abusos cometidos por sacerdotes en los casos de Jerome Billioud y Bernard Preynat.
«El cardenal Barbarin da la bienvenida a la decisión del Poder Judicial por haber aportado algo de verdad y paz después de una polémica acalorada que incluso llegó a ser difamatoria», recoge la nota, que recuerda «el apoyo firme, la disponibilidad y la compasión hacia todas las víctimas de abusos«, demostrado por el purpurado.
A finales del año pasado, Barbarin lamentaba, en una entrevista a «Le Parisien», haberse dado cuenta «tarde» de los casos de abusos del sacerdote Bernard Preynat. «Es cierto que me di cuenta tarde. Si hubiese estado en relación más directa con las víctimas y hubiese visto el daño cometido, hubiese dicho: ‘hay que reaccionar inmediatamente‘», manifestó el purpurado.
El arzobispo reconoció que para las víctimas -«internamente destrozadas», dijo- se trata de una «enorme indignación» que este hombre haya podido continuar siendo sacerdote. Barbarin contó que pidió al papa Francisco que por este «gravísimo caso» se le pueda juzgar también canónicamente -a pesar de que los hechos han prescrito- y desveló que accedió a ello.
El pasado mes de marzo, las presuntas víctimas de los abusos, agrupadas en la asociación «La Parole Libérée» (palabra liberada), escribieron una carta a Francisco para pedirle explicaciones sobre la gestión de ese caso.
En noviembre, obispos, sacerdotes y fieles fueron convocados en toda Francia a participar en las misas de penitencia por los abusos sexuales cometidos por clérigos católicos, para pedir perdón a las víctimas por su «silencio culpable». Ahora, la justicia francesa ha exonerado a Barbarin.