Al pie de su altar, los dos terroristas pensaron probablemente que levantarían entre los católicos de Francia una sed de venganza y de represalia, pero fracasaron
(J. Bastante/Agencias).- «En esta iglesia el padre Hamel hablaba de amor, aquí la voz de Hamel fue silenciada». El arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, pronunció estas palabras en la pequeña iglesia de Saint-Etienne du Rouvray donde, hace ahora justo un año, dos yihadistas degollaban a Jacques Hamel, el primer «mártir» del ISIS.
En una emotiva ceremonia, en la que participó el presidente francés, Emmanuel Macron, el prelado subrayó cómo «el odio no ha triunfado ni triunfará», y se mostró seguro de que «ahora el padre Hamel nos sigue hablando. Su vida y su muerte van mucho más allá de lo que podría haber imaginado».
El prelado recordó las palabras que el Papa Francisco dijo en la misa que celebró en Santa Marta en memoria del anciano sacerdote, cuya causa de beatificación se encuentra muy avanzada. «El Padre Jacques Hamel fue degollado en la Cruz, justo mientras celebraba el sacrificio de la Cruz de Cristo. Hombre bueno, amable, fraternal, que siempre intentaba hacer la paz, fue asesinado como si fuera un criminal. Este es el hilo satánico de la persecución«, dijo entonces el Papa.
Tras la misa, se descubrió un monumento en su honor. En dicho acto, el presidente francés destacó que «un año después, el martirio del padre Hamel no fue en vano. Nos ha hecho más fieles a lo que somos, más fieles a aquello contra lo que querían disparar. No vamos a dar marcha atrás«.
«El rostro de Jacques Hamel se ha convertido en el rostro del rechazo a la cultura de la muerte y al terrorismo arrogante«, subrayó Macron, quien quiso recordar los últimos momentos del religioso, ante sus verdugos.
«Al pie de su altar, los dos terroristas pensaron probablemente que levantarían entre los católicos de Francia una sed de venganza y de represalia, pero fracasaron», destacó el presidente francés, quien dio las gracias a los habitantes de esta pequeña localidad del norte de Francia por haber dado «ejemplo» convirtiéndose en «artífices de la paz«.
«La República garantiza la libertad de creer o no creer. La República no debe luchar contra la religión«, subrayó Macron, quien sí pidió a toda confesión religiosa luchar «contra un odio que nunca puede triunfar, una larga batalla que se libra todos los días».
Finalmente, el líder francés aseguró que «al profanar a una persona, profanar la iglesia y, por tanto a su fe, los asesinos han establecido un vínculo de unión entre los franceses: el rostro de Jacques Hamel, que niega toda arrogancia terrorista».