Visita del arzobispo castrense al Líbano

Donde la convivencia no es un deseo sino una realidad

Monseñor Del Río se entrevista con el cardenal Raï o el expresidente Suleiman, entre otros dignatarios

Donde la convivencia no es un deseo sino una realidad
El arzobispo castrense, Monseñor Del Río, con el cardenal Raï Arzobispado Castrense

El Líbano no es solo un país, es un mensaje de libertad no solo para Oriente sino para Occidente

(Arzobispado Castrense de España).- Quizá la frase conclusiva del discurso de Juan Pablo II sirva como epílogo a lo vivido en el plano religioso y social a lo largo de estos días en el viaje pastoral de nuestro Arzobispo al Líbano.

De hecho en otras palabras ha sido lo resaltado por todos aquellos que con monseñor Del Río se han entrevistado el día de hoy, festividad de san Juan, Apóstol y Evangelista.

Lo concluyó al principio de la mañana cuando le recibió en la Embajada Española en Beirut el Primer Consejero de la misma don Ricardo Santos con quien don Juan dialogó largo y tendido, no solo sobre el bienestar de nuestros militares en la Base «Miguel de Cervantes» de Marjayun, sino tambien por el gran servicio que los efectivos españoles encuadrados dentro de la misión UNIFIL prestan a la población libanesa y por la gran aceptación y respeto de la que gozan entre la misma.

Lo reafirmó el encargado de negocios de la Nunciatura apostólica, Monseñor Ivan Santos, cuando la comitiva castrense llegó a su sede situada en Harissa al norte de Beirut sobre la Basílica de Nuestra Señora del Líbano. Recordaba Monseñor Santos las palabras de San Juan Pablo II: «El Líbano no es solo un país, es un mensaje de libertad no solo para Oriente sino para Occidente. La convivencia no es aquí un deseo sino una realidad».

De hecho la convivencia de los siete ritos católicos (Maronita, Melquita, Grecolatino, Sirocatólico, Armeno católico, Latino y Copto) en la perfecta unidad bajo la silla de Pedro se perfecciona en un engranaje donde Ortodoxos, Musulmanes y Drusos, como decía en la jornada anterior el Arzobispo de Tiro, comienza con la amistad personal para acabar cultivando la fraternidad. Tal es así que, señalaba el propio Monseñor Santos, que su asistencia a un concierto de villancicos en un colegio musulmán es la manifestación más pura de cómo la fe no es, en contra de lo que muchos piensan, el origen de conflictos provocados más bien por el uso de la fe desde el ateísmo.

La mañana finalizaba con el abrazo fraterno entre nuestro Arzobispo y el Cardenal Patriarca Maronita de Antioquia y todo Oriente, su Eminencia Béchara Boutros Raï, que recibió a Monseñor Del Río en el Patriarcado en coincidencia dichosa con el expresidente del Líbano, Michel Suleiman.

En la reunión y la comida fraterna el Cardenal se mostró agradecido por la labor española y muy interesado por la realidad del Arzobispado Castrense en España. La visita a las capillas y la oración del Padre Nuestro ante el Santísimo Sacramento y la reliquia de san Marón patrón del Líbano escenificaron el caminar de la mano de los dos pulmones de la catolicidad, Oriente y Occidente.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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