El presidente del grupo de expertos de la GKKE, Max Mutschler, destacó que en 2017 el 61 % de las exportaciones de armamento fueron realizadas a terceros países, es decir, a los que no pertenecen ni a la Unión Europea ni a la OTAN
Las Iglesias católica y protestante de Alemania exigieron hoy al Gobierno alemán suspender a largo plazo la exportación de armas a la coalición que respalda al ejército oficial en el conflicto yemení, liderada por Arabia Saudí.
Durante la presentación en Berlín de su informe anual, el presidente católico de la Conferencia Conjunta de Iglesia y Desarrollo (GKKE), Karl Jüsten, afirmó que, con la venta de armas a la coalición liderada por Riad, el Gobierno alemán contribuye a la catástrofe humanitaria en Yemen y apoya la violación del derecho internacional.
«En tiempos en los que la cooperación internacional regulada está en crisis, estas violaciones cobran gravedad adicional», señaló JÚsten, quien agregó que no es suficiente una suspensión temporal de las exportaciones, como la que siguió al asesinato del periodista disidente saudí Jamal Khashoggi, ocurrido el pasado de 2 octubre en el consulado de su país en Estambul.
El presidente protestante de la GKKE, Martin Dutzmann, arremetió contra el fabricante alemán de armamento Rheinmetall y lo acusó de ser corresponsable de la destrucción en Yemen y de la muerte de muchas personas en ese país.
Al trasladar su producción al extranjero, la paralización de las exportaciones en Alemania no afecta a Rheinmetall, que sigue vendiendo munición a Arabia Saudí y a los Emiratos Árabes Unidos a través de sus filiales en Italia y Sudáfrica, denunció.
Katholischer Vorsitzender der GKKE: #Bundesregierung fördert Bruch des Völkerrechtshttps://t.co/tcDCFguEpe pic.twitter.com/mHlU6eHzX6
— RT Deutsch (@RT_Deutsch) December 17, 2018
«La GKKE condena enérgicamente esta política empresarial de Rheinmetall y exige al consorcio no hacer negocios con países de la coalición bélica liderada por Arabia Saudí», dijo.
Por su parte, el presidente del grupo de expertos de la GKKE, Max Mutschler, destacó que en 2017 el 61 % de las exportaciones de armamento fueron realizadas a terceros países, es decir, a los que no pertenecen ni a la Unión Europea ni a la OTAN; en la primera mitad de 2018 representaron el 60 %.
Recordó que entre los estados receptores de armamento alemán son sobre todo los llamados terceros países los que se encuentran en zonas de tensión o tienen una situación problemática en materia de derechos humanos.
Según el Centro Internacional de Bonn para la Conversión (BICC), Alemania aprobó en 2017 la exportación de armamento a 52 países con una situación en materia de derechos humanos catalogada como «muy mala», en 27 países existían conflictos internos y en veinte, la paz y la seguridad en la región se encuentran amenazada, señaló.
«Estas cifras contradicen la afirmación del gobierno en cuanto a que practica una política de exportación de armamento restrictiva. Al contrario, demuestran que Alemania necesita imperativamente una ley restrictiva de control de exportación de armamento, también para establecer una limitación clara a las exportaciones a terceros países», indicó.
(RD/Efe)
#Bundesregierung verschleppt nicht nur die im Koalitionsvertrag vereinbarte Schärfung der #Rüstungsexportrichtlinien. Sie liefert auch weiter Mordwerkzeuge in Kriegsgebiete wie an #SaudiArabia & Komplizen im #Jemen -Krieg. #Merkel & #Maas: Wann hört das endlich auf ? #GKKE pic.twitter.com/5ELDyAV2dp
— Sevim Dagdelen, MdB (@SevimDagdelen) December 17, 2018