Pánico entre los habitantes ceilandeses (El Gobierno de Sri Lanka reconoce que recibió ‘avisos’ de ataques terroristas, pero «no prestó atención»).
Tras los mortales atentados terroristas en Sri Lanka del pasado domingo de Pascua, 21 de abril de 2019, que afectaron a tres iglesias causando la muerte de 359 personas y hiriendo a más de 500, un alto responsable de la Iglesia local informó que todos los templos permanecerán cerrados y no tendrá lugar ninguna celebración pública hasta nueva orden.
«Siguiendo el consejo de las fuerzas de seguridad, mantendremos todas las iglesias cerradas», afirmó.
La violencia de los ataques ha conmocionado a todo el país, así como a la comunidad internacional.
Desde los atentados, las iglesias ya habían suspendido sus celebraciones litúrgicas, indicó el obispo de Chilaw, Devsritha Valence Mendis.
Al mismo tiempo, el estado de emergencia se decreto en todo el país tras el brutal ataque.
Para el director de L’Oeuvre d’Orient, Pascal Gollnisch, estos crímenes terroristas son el signo de un aumento del fundamentalismo.
La minoría cristiana representa el 7% de la población de Sri Lanka, en su mayoría budista (70%).
