Pocas bromas con los rusos, que son duros como el acero, soportan mucho mejor que los occidentales las bajas y tienen al frente a un tipo como Putin, con alma de dictador, que no se para ante nada.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, dijo este 21 de enero de 2022 que Washington había acordado proporcionar a Moscú una respuesta por escrito a sus demandas de seguridad la próxima semana.
Eso, tras la reunión que, sobre Ucrania, tuvo en Ginebra con su homólogo estadounidense, el secretario de Estado Antony Blinken.
“Acabamos con un acuerdo por el que recibiremos respuestas por escrito a todas nuestras propuestas la próxima semana”.
Rusia esperaba que EEUU llegase a la reunión de Ginebra con esas respuestas relacionadas con la congelación de la expansión de la OTAN hacia el este de Europa, las que considera podrían servirle de garantías formales.
El diplomático adelantó que cuando Rusia recibiera la respuesta de Estados Unidos a sus demandas, se celebraría otra reunión diplomática “a nuestro nivel”, en referencia a él mismo a los titulares de Exteriores.
Lavrov dijo que era “prematuro” empezar a hablar de una cumbre entre los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin.
“No puedo decir si estamos o no en el camino correcto. Lo sabremos cuando tengamos una respuesta”.
Estados Unidos ha defendido ante Rusia la libertad de los países de elegir si desean o no adherirse a la OTAN, dijo Lavrov al término de una reunión de una hora y media con su homólogo estadounidense.
El representante del Kremlin subrayó que él y Blinken “están de acuerdo en que es necesario un diálogo razonable” para que “se calmen las emociones”.
En los últimos años, Rusia ha acusado a la OTAN de incrementar su presencia militar y el despliegue de armamento cerca de sus fronteras, desde los tres países bálticos -Lituania, Letonia y Estonia- hasta Polonia, Rumanía y Bulgaria, elementos estratégicos que Moscú considera una amenaza directa para su seguridad.
Las propuestas rusas han sido calificadas de ultimátum por Occidente.
Pese al masivo desplazamiento de tropas, Lavrov también sostuvo que Rusia “nunca” ha amenazado al pueblo ucraniano y repitió que Moscú no supone ninguna amenaza para la antigua república soviética. Según argumentó, a Moscú le preocupan “no las amenazas imaginarias, sino los hechos reales”, incluido el envío de armas e instructores militares occidentales a Ucrania.
Tanto Ucrania como EEUU han alertado de que Rusia podría invadir el país vecino en cualquier momento, temor alimentado por las maniobras militares rusas en la frontera y en territorio bielorruso.