La vocación de la Iglesia es la de ser profecía y fermento de reconciliación
(RD/Efe).-Benedicto XVI identificó hoy el materialismo difundido por el mundo occidental y el fundamentalismo religioso, mezclado con intereses políticos y económicos, como «las peligrosas patologías» que están acechando al espíritu de África.En la Homilía de apertura de la II Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos de África, celebrada esta mañana en la basílica de San Pedro, el Papa lamentó que «el ‘pulmón’ espiritual» que representa el continente africano «pueda enfermarse» como consecuencia de dichos «virus».
«Cuando se habla de tesoros de África se piensa enseguida en los recursos de los que es rico su territorio y que, lamentablemente, se han convertido y siguen siendo motivo de explotación, de conflicto y corrupción», argumentó el Pontífice ante los 239 padres sinodales y 55 sacerdotes que colaboran en el Sínodo.
Aunque el Santo Padre se enorgulleció de que «el reconocimiento del señorío absoluto de Dios sea uno de los temas salientes y unificadores de la cultura africana», lamentó que los grupos religiosos que se difunden en el continente africano lo hagan «en el nombre de Dios, pero según una lógica opuesta a la lógica divina, es decir, enseñando y practicando no el amor ni el respeto de la libertad, sino más bien la intolerancia y la violencia».
En este sentido, aseguró que «la vocación de la Iglesia es la de ser profecía y fermento de reconciliación entre los varios grupos étnicos, lingüísticos y también religiosos, al interior de las naciones y en todo el continente».
Asimismo, el Pontífice recordó a los fieles laicos que están «llamados a difundir el perfume de la santidad en la familia, en el puesto de trabajo, en el colegio y en todo ámbito social y político».
A continuación, el Santo Padre enumeró los temas que ser tratarán en la Asamblea sinodal, entre los que se encuentran el matrimonio, que «no existe fuera de la relación con Dios«, y la infancia, «una gran parte, lamentablemente sufriente, de la población africana».
Por último, Benedicto XVI resaltó la continuidad entre la primera Asamblea Especial para África, inaugurada por Juan Pablo II, y la actual que tiene como tema «La Iglesia en África al servicio de la reconciliación, de la justicia y de la paz. ‘Vosotros sois la sal de la tierra… Vosotros sois la luz del mundo’«. Al respecto, afirmó que la primera supuso «un punto de llegada de un camino que a continuación prosiguió y que ahora llega a una nueva y significativa etapa para su verificación y su reimpulso».
«El Sínodo es un propicio momento para repensar la actividad pastoral y renovar el impulso evangelizador», concluyó el Pontífice.