Su Santidad, un tanto sorprendido, le contestó: "Para utilizarlos hace falta decisión".
El Papa recibe miles de regalos al año. La mayoría, obras de arte, joyas, libros especiales o cálices y copones. Casi todos de un valor innegable. Pero también los hay insólitos y llamatios. Como el que le acaba de hacer el presidente de Surinam: un remo.
Runaldo Ronald Venetiaan, presidente de la pequeña república de Latinoamérica le entregó el remo al Papa, diciéndole: «Es para usted, sucesor de pedro y, por lo tanto, pescador».
Su Santidad, un tanto sorprendido, le contestó: «Para utilizarlos hace falta decisión».
El presente se lo hizo el presidente de Surinam al finalizar el encuentro privado, que duró 15 minutos y se desarrolló en inglés, entre el Pontífice y Venetiaan, presidente de la antigua Guayana holandesa, un país de medio millón de habitantes en parte blancos y en parte descendientes de esclavos africanos.